El sindicato USO alertó ayer sobre las nefastas consecuencias que tendrá la mala temporada turística sobre los trabajadores de las Pitiüses. Según explicaron el secretario general de USO en Eivissa, Enrique Lorenzo, el secretario general de USO a nivel nacional, Julio Salazar y el secretario de Balears, David Díez, las instituciones pitiusas y baleares no «han previsto» los efectos de la «hecatombe turística de septiembre y octubre». «Se calcula una bajada de un 50% de entrada de turistas respecto a 2008 y esto quiere decir que habrá muchos trabajadores que no llegarán a los seis meses de trabajo, lo que supondrá una merma de los subsidios de desempleo», criticó Lorenzo, que indicó que el Govern balear no ha tenido en cuenta esta circunstancia, que provocará un importante «empobrecimiento» de la sociedad ibicenca que se traducirá en una falta de consumo interno.
Ante esta situación, el sindicato prevé un «otoño caliente» en el que los sindicatos tendrán que salir a la palestra para reivindicar políticas distintas que «mantengan puestos de trabajo en la isla». De hecho, desde el sindicato alertaron de que este invierno va a ser «duro» para muchas familias y piden un esfuerzo compartido de empresarios, instituciones y trabajadores para combatir la crisis. Por eso, solicitaron medidas para desestacionalizar para complementar el turismo de sol y playa. También pidieron el desarrollo de otras industrias aparte de la turística, como la moda o la apuesta por los deportes. También piden mejores conexiones aéreas.
Desde el sindicato USO apuestan por los campos de golf como medida desestacionalizadora pero «con cautela». «Se podría aumentar en un 15% la actividad turística en invierno pero cuidado, porque nos podríamos encontrar con un desarrollo inmobiliario que no nos interesa porque no queremos echar tierra sobre la isla».