La temporada turística (entre mayo y octubre) se ha cerrado oficialmente con una ocupación media del 64,83%; es decir, con 35 de cada 100 habitaciones sin ocupar. El símil quizás no sea exacto al cien por cien, pero sí es muy ilustrativo de lo que ha representado para los alojamientos hoteleros pitiusos una de las peores temporadas que se recuerdan.
Los datos del último medio año suponen una caída de 3,52 puntos porcentuales respecto al cierre de temporada de 2008 y 8,28 puntos menos que el verano de 2006, cuando se consiguió el cierre más brillante de los últimos tiempos en cuanto a porcentajes de ocupación.
El cierre del ejercicio en Formentera ha sido ligeramente mejor que en el conjunto de la Isla de Eivissa, con una media del 65,57% en la Pitiüsa del Sur frente a al 64,76% de su compañera del otro lado de es Freus.
Datos disgregados
Por zonas, sin duda la gran triunfadora (si los datos de este año permiten usar ese término) es Vila y áreas anexas puesto que es la que marca un mejor registro (68,79%) y la que menos pierde (nueve centésimas). La zona Norte (básicamente, Sant Joan) también ha resistido los embates de la crisis con enterza en comparación con los demas (con una media del 68,43%), si bien se ha dejado en el camino 4,95 puntos.
Vila es la que menos pierde, pero no la que mejor ha evolucionado. Las Calas de Sant Joan han cerrado la temporada mejorando los resultados de la pasada en dos puntos, si bien su media ha sido del 61,51%, la más baja de todas. Sant Antoni y bahía le anda a la zaga y registra una media del 61,88%, casi cinco puntos menos que hace un año.
Sin duda, el golpe más duro lo ha sufrido Santa Eulària. Este municipio ha cerrado el ejercicio con una media del 62,67% tras bajar en 7,66 puntos respecto al 70,33 del pasado ejercicio.