El Consell Polític de los socialistas de Palma, máximo órgano entre congresos, dio ayer noche vía libre a la alcaldesa Aina Calvo para gestionar la crisis municipal aunque eso pudiera conllevar que terminara su mandato en minoría.
Calvo, que no aclaró si sacará a UM del gobierno, algo que sí defienden algunos de los consejeros del máximo foro socialista, sí apuntó el escenario de un gobierno en minoría, para el que no puso fecha, ya que «lo importante es la política y el orgullo de cambiar Palma según el encargo de la ciudadanía, al margen de los aliados», en lo que parecía una alusión a UM y Bloc y a su empeño en cumplir el programa electoral que se traducirá en «un nuevo modelo de ciudad. Un nuevo modelo de ciudad que hoy se escenificará con la inauguración del eje cívico de Blanquerna, en contraste con «la vuelta al pasado más oscuro de Palma», representado por la época de José María Rodríguez.
Antes de reunirse el Consell Polític lo hizo la Ejecutiva del partido en Palma que le hizo un encargo claro: que fuera el PSIB el que marcara el liderazgo del proyecto. Algunos dirigentes se mostraron preocupados por la existencias de 'reinos de taifas' como Emaya o Deportes, que controla UM.
No más "pataletas y pantominas"
Por la mañana, la alcaldesa había advertido a sus socios de gobierno que no tolerará más «pataletas y pantomimas. Pido respeto institucional, que se ha perdido, trabajo y transparencia; si esto no se pueden cumplir estoy legitimada para tomar decisiones».
En este sentido, Calvo destacó que ha habido «un antes y un después» tras la crisis del Pacto que ha afectado al Govern, al Consell de Mallorca y que aún persiste en Cort, ya que el president del Govern, Francesc Antich, le dio manos libres para resolverla. La alcaldesa está manteniendo conversaciones con sus socios de gobierno, aunque dejó claro que lo hará «sin cámaras ni espectáculos».
Aunque no lo confirmó abiertamente, sí dio a entender que las decisiones que puede toma pasan por la destitución de los ediles de UM, si estos vuelven a abandonar el pleno dejando en minoría al equipo de gobierno; y a los del Bloc, si se manifiestan contra la corrupción durante la sesión plenaria.
Ante el Consell Polític, Calvo dijo que había una «línea divisoria del respeto institucional que no se puede traspasar».
Posible gobierno en minoría
La primera edil parece barajar la posibilidad de gobernar en minoría, pero no la de dimitir o presentar una cuestión de confianza. «No abandonaré la ciudad y no dejaré a los ciudadanos en manos de lo que representa el pasado más oscuro: el señor Rodríguez». Esa frase la repitió ante el sanedrín del partido.
Por su parte, el presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, respondió a estas declaraciones y se mostró seguro de que Calvo «ya se debe estar arrepintiendo de lo que ha dicho». En su opinión, no son declaraciones propias de una alcaldesa y dan muestra de la grave crisis por la que atraviesa el Pacto. Además, aclaró que la etapa que está siendo oscura es la actual y destacó que él fue «elegido democráticamente por los ciudadanos en las urnas y no en los despachos». Rodríguez descartó presentar una moción de censura y señaló que «intentaremos que la alcaldesa se conciencie de que no es Juana de Arco y que se vaya donde tiene que ir, que es a la oposición».