Los pescadores de la Cofradía de Eivissa cerraron el pasado año con menos beneficios en ventas y menos capturas. Según los datos que maneja el colectivo, a lo largo del pasado año se obtuvieron 1.743.000 euros mientras que en 2008 la cifra ascendió a 1.846.000 euros. En cuanto a las capturas, los pescadores reunieron a lo largo de 2009 un total de 244.000 kilos frente a los 263.000 kilos contabilizados en 2008. Estas cifras suponen el descenso de más de 20.000 kilos de captura y cerca de 100.000 euros menos de beneficios en las ventas.
Desde la Cofradía de Pescadores apuntaron que cada vez es más difícil competir en precio con el producto que llega de fuera de la isla, que en muchas ocasiones es de dudosa calidad. En este sentido, señalan que a pesar de garantizar un bajo precio no pueden asumir los precios del producto importado, muy por debajo del precio existente en la lonja ibicenca, ya que sino no se podrían asumir los costes del trabajo.
Precios asequibles
Por otro lado, apuntan que a la gente le interesa cada vez más el pescado barato, independientemente de su procedencia, lo que hace que los pescadores encuentren dificultades para sacar el género al mercado ya que los vendedores optan por lo más rentable, es decir, el producto importado. Todo esto obliga a que los pescadores disminuyan las capturas poco a poco con el fin de evitar perder género. Entre los ejemplos que destacan mencionan que el kilo de pescadilla pescada en Eivissa puede oscilar entre los 8 y 10 euros, mientras que el mismo pescado importado tiene un precio de cinco euros.
Por otra parte, desde la Cofradía de Pescadores también indicaron que a pesar de que el etiquetado del producto balear es una buena medida, se ha aplicado en un momento difícil. Señalan que de la situación económica está afectando bastante a los pescadores y la medida innovadora para promocionar el género local no acaba de cuajar entre los consumidores, que miran más los precios que el origen del producto.