Agotar la legislatura. Ese es el gran reto del president del Govern, Francesc Antich, quien ayer presentó a sus dos nuevos consellers. Joana Barceló asumirá la cartera de Turisme. Pere Aguiló, hasta ahora director general de Treball, será el titular de dicha Conselleria.
Antich no teme una moción de censura de PP y UM, ni se plantea presentar una cuestión de confianza, y su objetivo es gobernar en minoría lo que resta de legislatura. En abril de 2011, el Parlament se disolverá y se convocarán elecciones. «No podemos perder ni un minuto», dijo Antich cuando presentaba a Joana Barceló, la cuarta persona que dirige la Conselleria de Turisme en esta legislatura.
Moción de censura
El president del Govern garantizó que hará un gran esfuerzo para agotar la legislatura. Por lo tanto, la posibilidad de convocar elecciones anticipadas tampoco es un plan que Antich se haya planteado ante la inestabilidad institucional que se vive en Balears.
En la dirección nacional del PSOE han dado instrucciones a Antich de llegar hasta el final, pase lo que pase. Las elecciones son un escenario demasiado incierto para asumir ese riesgo. La primera opción del líder socialista, la que puede suponer un desgaste insuperable para él, es gobernar en minoría.
Antich sabe que el PP está en una fase de reestructuración interna y que su más que posible líder, José Ramón Bauzá, no tiene escaño en el Parlament. Por lo tanto, el PP no está en el mejor momento para presentar una moción de censura. El propio Bauzá lo ha descartado.
«No tengo miedo a una moción de censura. No es mi responsabilidad», declaraba ayer Antich en la puerta principal. La moción de censura es una competencia que depende únicamente de la oposición. En este caso, el PP podría presentar incluso una moción de censura sin tener los votos garantizados para sacarla adelante. En los ayuntamientos, en cambio, hacen falta las firmas de todos aquellos que apoyan la moción de censura para que sea admitida a trámite.
Actuar con rapidez
Antich se refirió a los casos vividos la pasada semana en la 'operación Voltor', con la detención de dos ex directores generales -Antoni Oliver y Joan Sastre-, además de Miquel Nadal y Miquel Àngel Flaquer. «Esta situación no se podía tolerar. Había dificultades y actuamos lo más rápidamente posible», señaló el president del Govern.
La nueva consellera de Turisme, Joana Barceló, fue la encargada de anunciar que se harán auditorías para conocer si se ha producido algún tipo de irregularidad en las conselleries que hasta hace unos días dependían de UM. Es decir, se investigará a fondo las conselleries de Turisme, Medi Ambient y Esports. Por otro lado, el president Francesc Antich anunció que el Ejecutivo se personará como acusación particular en la 'operación Voltor', que investiga la presunta malversación de fondos públicos cometida durante esta legislatura a través del Instituto de Estrategia Turística (Inestur) a empresarios próximos a UM, en forma de contratos y adjudicaciones irregulares. El Govern se ha personado en otros casos que investiga la Justicia.
Hoy, toma de posesión, Consell de Govern y ley del sector público
Antich tiene prisa por empezar a trabajar con el nuevo Govern. A primera hora de la mañana tomarán posesión de sus cargos los nuevos consellers, incluidos aquellos miembros del actual Govern que amplían competencias. Más tarde, Antich reunirá al Consell de Govern en el que ya participarán los nuevos consellers tras la ruptura con Unió Mallorquina. Uno de los asuntos que pondrá sobre la mesa Antich será la ya anunciada en varias ocasiones ley del sector público, que pretende dotar de más controles a todos los organismos que dependen de la Administración autonómica. Dicha ley se anunció cuando comenzaron a conocerse las irregularidades cometidas la pasada legislatura, pero se ha vuelto urgente desde que se ha sabido que también en esta han podido tener lugar anomalías. En cuanto a la ley, Antich dejó claro que su intención no es aprovechar el Consell de Govern para aprobarla, ya que su objetivo es consensuarla con PP y UM. Si quiere sacarla adelante en el Parlament, no tiene otra salida que pactarla con la oposición.