Mientras algunos disfrutaron ayer de una jornada de descanso sin más, otros prefirieron acercarse al Hipódromo de Sant Rafel donde tuvieron lugar la mayor parte de los actos que conmemoraron el Dia de les Illes Balears.
Con un día primaveral, aunque algo ventoso, se celebraron ayer por la mañana las carreras de trotones del Premi Govern de les Illes Balears a las que acudieron numerosos vecinos. «Este año ha venido mucha más gente. Sin duda, la participación es mayor y la gente ha preferido venir a disfrutar de las carreras y de esta fiesta», comentaba Loreto Mayol, presidenta de las asociación de artesanía Es Retorn, mientras los jinetes se disputaban la primera posición. Más de 50 artesanos estuvieron en el hall del recinto hípico para mostrar desde espardenyes hasta instrumentos típicos ibicencos en un mercado de artesanía que es ya todo un clásico en este tipo de celebraciones. También se pudo ver el trabajo del único selleter ibicenco o de las hermanas Ribas Noguera que estuvieron hilando al modo tradicional.
En la fiesta de ayer, no faltó la exhibición de carros antiguos que ocuparon, por unos minutos, las pistas del hipódromo. En total 22 carruajes y 4 caballos de montura formaron la comitiva, que desfiló ante el numeroso público. Al concluir, se formó un gran corro de gente que anunciaba el inicio del ball pagès, este año a cargo de la Colla Can Bonet de Sant Antoni.
«Hoy se celebra el Dia de Balears», decía un vecino de Sant Rafel, ajeno, como la mayoría de los asistentes, al motivo real de la celebración. El 1 de marzo, Dia de les Illes Balears, conmemora la entrada en vigor del Estatut d'Autonomia de 1983 y fue en el 2007, cuando fue renovado, cuando se reafirma este día como la jornada de la Comunidad Balear. A tan importante fiesta no pudieron faltar políticos y representantes institucionales, como Xicu Tarrés, presidente del Consell, Joan Serra Mayans, conseller de Activitats o Vicent Marí, alcalde de Santa Eulària, entre otros.
Un grupo de niños, situados en primera fila, no perdían detalle de los pasos y de los espectaculares saltos que hicieron tres ejemplares durante la exhibición de doma menorquina. Este fue, sin duda, el broche final a una jornada llena de tradición y cultura balear.
Una fiesta más para los Formenterenses
Los actos que tuvieron lugar ayer con motivo de la Diada de les Illes Balears, escenifican, un año más, que se trata de una fiesta que no 'llega' a la sociedad, pues la ve lejana y con poco sentido. «Sólo es importante para los mallorquines» decía Antònia con sus 82 años, que no obstante no quiso perderse el ball pagès, tomar unas orelletes y ver a UC.
La diada de la Comunitat Autònoma en la Pitiusa Menor se puede resumir como un día más de fiesta dentro del año, algo a lo que casi todos se apuntan -la fiesta-, sin importarles en absoluto el motivo de la misma. Lo cierto es que la mañana comenzó bien, un sol magnífico y, aunque el viento de mestral era frío, invitaba a pasear por el centro. El primero de los actos previstos era una demostración de doma clásica de caballo a cargo de dos miembros de la Cuadra de Can Savines, que tuvo lugar en los aledaños del aparcamiento de sa Senieta. A continuación vino el tradicional ball pagès, ya en la plaza de la Constitución. Ahí sí que el retraso comenzó a ser importante, tanto es así que una de las balladores más jóvenes llegó cuando estaba casi a punto de terminar el espectáculo. A ello le siguió el convite a hierbas y orelletes que, fue largamente comentado, eran mucho más pequeñas de lo habitual, o al menos eso decían quienes las perseguían con ahínco, tanto formenterenses como visitantes ocasionales.
El colofón de dichos actos fue la presentación en directo del nuevo disco de Joan Murenu en solitario, Trencadisc, con la actuación del grupo UC, del que es miembro fundador. Murenu señaló tras el concierto que, además de las piezas de su nuevo trabajo, habían interpretado canciones del repertorio tradicional del grupo.