El líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, contactó con el ex director de la Fundación Baleares Sostenible Pau Collado con el fin de saber si conocía a algún cargo de la administración autonómica, con competencias en el área de litoral, e intentara mediar para paralizar el expediente abierto contra unas obras de una vivienda suya en Sant Joan. Además, se mostró dispuesto a ofrecer sobornos para ello.
Correa trasladó a Collado la posibilidad de contactar con alguien «que se le pueda decir que el expediente lo tire al fondo del mar, que lo guarde o que 'toma, tanta pasta por guardar este expediente y no lo menees'».
Así lo revelan las conversaciones intervenidas en enero del año pasado por la Policía y recogidas en el sumario Gürtel que solo detallan las intenciones del líder de la trama corrupta. Correa comunicó al arquitecto de la vivienda que se tienen que hacer una serie de labores para camuflar unas obras nuevas y obtener así un informe de autorización del departamento de Mar y Litoral que permitan continuar la obra.
El informe policial indica que un día después de esa conversación, Torres recomendó a Correa que se dedicara a intentar contactar con alguien para que el expediente abierto en la Consellería «quedara archivado y olvidado».
Tras mantener esa conversación, el líder de la supuesta trama corrupta contactó con Collado para saber si conoce a una mujer que responde a las iniciales M.P.V y que identifica erróneamente como la directora general de Mar y Litoral.
CORREA QUERIA LLEGAR A TOMEU CALAFELL
Al respecto, Collado le dice que le deje hacer alguna averiguación y le agrega que «hace dos años lo habría tenido fenomenal», por lo que transmite a Correa que mirará el organigrama para ver de quién depende las áreas de gestión por las que está interesado.
Sobre la mujer, el ex alto cargo del Govern le explica que no es la directora general sino la jefa de Negociado y le informa que la persona que a él le interesaría es Tomeu Calafell, ex director general del Mar, a quien, según Collado, «conoce bastante».
A finales de enero, Collado vuelve a contactar con Correa y le comunica que «tiene buenas noticias, que a su amigo le han vuelto a dar las competencias sobre litoral», si bien le expone que «no le ha entrado directamente» sino que le ha dicho «tendría que echarle una mano a un amigo» que le ha pedido información.
Ante ello, Correa le propone que hable con Calafell y lo invite a comer y le transmita su interés para que se solucionen los problemas de su vivienda. Ya en el mes de febrero, el líder de la trama y Correa hablan del expediente de su vivienda y discrepan sobre distintos aspectos, luego Correa comenta que el nuevo partido que está en el Gobierno exige un informe de la Delegación de Costas y Litoral para la obra.