El ex capitán de la Guardia Civil Fructuoso Jiménez, el ex presidente del Consell Pere Palau y el teniente de alcalde de Sant Antoni, Joan Pantaleoni, declararon ayer como testigos en la querella que la ex consellera Stella Matutes presentó contra Albert Prats por atentado a la autoridad, desorden público y coacciones durante la protesta antiautopista celebrada en las fiestas de Sant Jordi de 2006.
El ex capitán de la Guardia Civil aseguró que el propio Prats insultó a Matutes, a la que los antiautopistas llamaban «corrupta» y «Marbella». Además, indicó que Prats intervino en todos los hechos, incluso al «zarandear el vehículo» en el que salió la ex consellera de Can Jurat. De hecho, Jiménez aseguró que Prats era el «cabecilla» del movimiento, no sólo este día, sino en otras protestas. También indicó que sabían con antelación que en las fiestas de Sant Jordi se iban a producir altercados porque eran «frecuentes» en todas las fiestas y ese era un lugar «clave. De ello tenían conocimiento por la Policía Judicial de Sant Antoni y el Servicio de Información de Policía de Palma.
El letrado de Prats protesta
El abogado de Albert Prats hizo constar la tacha (motivo legal para desestimar la declaración de un testigo) del ex capitán de la Guardia Civil, ya que Jiménez está denunciado por el propio Prats por detención ilegal en una causa todavía abierta. Se acordó librar exhorto al juzgado correspondiente para que remita la causa.
Durante la mañana de ayer también declaró Palau, quien aseguró que Prats era el «jefe del pelotón» y caminó todo el rato al lado de los políticos «en tono amenazante». Además, los antiautopistas, entre ellos el conseller, llamaban «ladrona» a Matutes y le decían «que se fuera a Marbella». El ex presidente también recordó ante la juez que hacía un mes habían entrado en casa de su hija para hacer pintadas con insultos, algo que denunció. Por ello, acudieron al acto público «algo preocupados». De hecho, aseguró que en especial él mismo y Stella Matutes «temían» la presencia de los antiautopistas.
De todas formas, Palau no vio lo que pasó en Can Jurat porque le estaban haciendo una entrevista radiofónica y cuando salió, la Guardia Civil le aconsejó que no se acercara porque había «altercados», por lo que se quedó esperando en un bar por solidaridad con sus compañeros. El ex presidente también recordó la quema de máquinas que se produjo en esa época y la invasión de los antiautopistas del edificio del Consell, además de que a él también le «aporrearon» el coche en un acto en Blanca Dona, aunque ese día «no vio» a Prats. Palau remarcó que ,al cabo de unos días, todos los grupos políticos del Consell aprobaron de forma unánime una condena a los hechos de Sant Jordi.
En su declaración, Joan Pantaleoni explicó que él fue el encargado de sacar con su coche a Matutes de Can Jurat. En ese momento, había Guardia Civil y Policía Local «conteniendo» a la gente, que propinó «golpes fuertes» a su vehículo. Indicó que Prats estaba en ese grupo, pero no vio si fue uno de los que lo aporreó porque estaba más pendiente de «no atropellar a nadie».
El abogado de Matutes, Andrés Tuells, dijo que con estas declaraciones ha quedado «clarísimo» que hubo atentado y coacciones, ya que Matutes estuvo una hora «secuestrada en Can Jurat». También indicó que pronto debería haber juicio oral.
Pantaleoni no vioque se tiraran objetos
Joan Pantaleoni explicó que los integrantes antiautopistas vertieron «insultos y amenazas» sobre las autoridades, aunque matizó que no vio que los manifestantes le arrojasen objetos a la ex consellera, como sí asegura Matutes en su querella, aunque la «actitud era agresiva». De hecho, Pantaleoni está convencido de que hubiera habido agresiones físicas si no hubiera habido policía porque el ambiente era «muy violento». También oyó insultos «más fuertes» que «corrupta», aunque no vio que Prats la insultara.
PANTALEONI Y PRATS, EN UN CALLEJÓN El teniente de alcalde relató que en ese momento no conocía a Prats y se fijó en él cuando la Guardia Civil le dijo que fuera a por su coche para ayudar a sacar a Matutes. Justo haciendo guardia en el callejón estaba Prats y allí se le quedó su cara «grabada». Entonces Pantaleoni sonrió y el antiautopista le preguntó que de qué se reía. El teniente de alcalde contestó: «De lo que me da la gana».
PERIODISTAS Ayer también declararó un ex fotógrafo de El Mundo que indicó que hubo «amenazas» y que él mismo las recibía por ser del medio que era. Aseguró que ese día hubo «mucha violencia y tuvieron miedo». Tampoco vio a Prats zarandeando el coche. Un periodista de Diario de Ibiza indicó que no oyó ni insultos ni amenazas y que se gritaba «autopistas y Stella fuera». Tampoco vio arrojar objetos.
STELLA Y ALBERT, JUNTOS Palau explicó que sólo vio juntos a Matutes y a Prats cuando hubo el traspaso de poderes en el Consell y en la despedida de la ex consellera, cuando se saludaron.