Kylie es mucha Kylie, aunque sea en formato reducido. Armada con un repertorio de apenas cinco canciones, la cantante desató esta noche la locura en una conocida discoteca de Ibiza, donde cientos de personas disfrutaron con algunas pinceladas de «Aphrodite», el nuevo disco de la diva australiana.
Pasaban pocos minutos de las tres y media de la madrugada cuando Kylie Minogue, acompañada de hasta seis bailarines en un escenario minúsculo, comenzó su actuación al ritmo de «Get outta my way», una pieza que en pocos días se convertirá en el segundo 'single' de su último trabajo discográfico.
«Espero que lo estéis pasando genial. `Os quiero!», proclamó enfervorizada la vocalista de Melbourne, que pocos segundos después deleitó al público con su interpretación de «All the lovers».
El regalo de despedida llegó a la sala en forma de grandes éxitos. «Can't get you out of my head» elevó las pulsaciones de la sala y creó el ambiente idóneo para «Love at first sight», una pieza con la que Minogue puso punto y final a su velada ibicenca