Yaela Vonk eligió para el cásting que el programa Fama Revolution hizo en Eivissa el pasado mes de julio un discreto mono negro. Descalza y algo nerviosa, mostró toda su habilidad a la hora de hacer figuras de baile en 30 segundos con música house de fondo. Con la perspectiva generada por el paso de los días, el recuerdo que le queda a Yaela del cásting en Eivissa es bonito «pero fue duro porque estuvimos todo el día y tuvimos que superar tres fases». Antes del cásting no estaba nerviosa pero sí durante: «Porque las cámaras de televisión no paraban de enfocar», precisa esta bailarina de Pacha que lleva siete veranos trabajando en la isla. «He bailado en casi todas las discotecas de la isla», cuenta esta holandesa para quien su madre ha sido su principal referente en el mundo del baile, pues ella misma fue bailarina de la mítica Ku. Cuando Yaela cumplió seis años le pidió a su madre que la apuntara a clases de baile. En total ha pasado por tres academias de baile, una más especializada en ballet, otra más en funky y otra en jazz.
Hace algo más de dos años, Yaela se quiso presentar al cásting de este conocido programa de teleivsión, pero en ese momento estaba embarazada. «Pensé que en cuanto me recuperara y mi cuerpo volviera a estar en forma lo intentaría porque es una gran oportunidad. Estuve muchos días mirando cuándo serían los días de cásting en Eivissa y en cuanto salió no lo dudé ni un minuto». Yaela bailó por última vez en Pacha el pasado jueves y durante la noche sintió sentimientos contradictorios: «Tenía las lágrimas casi que se me saltaban de los ojos porque en Pacha he bailado seis días a la semana; somos una familia. Además sé que cuando entre en el concurso echaré mucho de menos a mi novio y a mi hijo, pero tengo que aguantar lo máximo posible dentro del concurso porque es mi sueño».
A una semana de entrar al concurso asegura estar «nerviosa y curiosa porque quiero saber cómo será el programa; tengo muchas ganas de entrar al concurso».
Y para las chicas que estén empezando en el mundo del baile, esta experimentada gogó aconseja: «Que se formen, que no paren de bailar porque los sueños siempre se consiguen con mucho esfuerzo y espíritu de lucha».