Para algunos, sobre todo los más pequeñitos, las ovejas eran demasiado tranquilas. Para otros, una de las mejores cosas de la Fira de Bestiar, Aviram i Animals de Preu de Can Caus era tener la oportunidad de dar de comer a los conejos. «Comen de la mano y son muy cariñosos, por eso me gustan tanto», explicaba la pequeña Paula, de quinto curso de Can Guerxo. Y hubo incluso quienes se atrevieron a hacer una divertida coleta a uno de los ponys de esta feria, que arrancó ayer por la mañana y se clausura mañana (el horario de visita para hoy y mañana es de 10,00 a 20,00 horas initerrumpidamente).
En fila o divididos en grupos con progenitores que se habían sumado a esta excursión como apoyo al personal docente, alrededor de 2.000 escolares de Eivissa aprovecharon el sol de octubre que lucía ayer para visitar Can Caus, conocer mejor algunas de las especies que allí se muestran y compartir con sus compañeros una mañana con especies autóctonas, como el porc negre de Formentera, el conejo payés, la gallina ibicenca o la cabra pitiusa.
El recorrido
En la entrada de esta feria se ubican los primeros puestos de artesanos y productores locales de miel o dulces de algarroba. Unos metros más allá se encuentran los primeros animales en exposición, unas tímidas cabras que optaron por esconderse en el fondo de la jaula ante la emoción de los escolares que intentaban con paja llamar su atención. Y en el centro de la feria, varios ejemplares de caballos españoles, los que sin duda fueron los reyes de esta primera jornada de feria. «Están más que emocionados con estos caballos. No les tienen miedo porque incluso les quieren dar de comer», explicó Marga, una maestra del colegio Sant Antoni, que visitó por primera vez Can Caus con sus alumnos de tres años: «Está muy bien montada y los niños están disfrutando de verdad con los animales». También intentando dar de comer a los caballos, las amigas Candela, Ana y Paula, de quinto curso de Can Guerxo, explicaban qué era lo que más le gustaba y lo que menos: «Nos encantan los caballos porque son muy grandes y parecen simpáticos. Lo que menos nos gustan son los cerdos negros que te acercas y se ponen a gruñir. Las ovejas tampoco nos gustan porque no hacen nada». Y si bien los cerdos no cayeron del todo bien a la mayoría de escolares sí que lo consigueron sus crías: «Los cerditos pequeños son muy monos. Y hay también una perrita ibicenca que está dando de mamar a sus hijos», comentaron Lucía, Paula y María, tres alumnas del colegio Verge de les Neus de Sant Jordi que iban apuntando en una pequeña libreta los animales que veían: «Por ahora hemos visto cuatro pollitos, cuatro caballos, dos vacas, dos terneros y muchas ovejas», explicó Lucía, que añadió: «Lo apuntamos porque queremos, no porque sea un ejercicio de clase. Así llegamos a casa y podemos explicar bien lo que hemos visto».
Y con la misma ilusión con la que llegaron, los primeros visitantes de esta feria se despidieron con la intención de regresar este fin de semana, seguramente en compañía de sus padres o hermanos.