Trilingüismo, trilingüismo y trilingüismo. Este será el mensaje que lanzará a partir de ahora y hasta el día de las elecciones el presidente del PP, José Ramón Bauzá, en un intento de suavizar su discurso contra la lengua catalana y evitar polémicas que puedan poner en riesgo una posible victoria electoral en mayo de 2011. Bauzá pretende desprenderse de su imagen españolista y para ello necesita hacer un cambio en su mensaje sobre política lingüística, algo que le han reclamado sus propios dirigentes.
El propio Bauzá ya anticipó el viernes la que será su 'hoja de ruta' de cara a las elecciones en una comparecencia celebrada el viernes en la sede del PP. Bauzá dijo que su objetivo es que los escolares de Balears sepan hablar y escribir correctamente en catalán, castellano e inglés cuando terminen la educación obligatoria. Es decir, Bauzá recupera el proyecto del trilingüismo, una apuesta que ya utilizó el PP como arma electoral cuando ganó las elecciones de 2003.
Fuentes del PP reconocieron a este diario que el objetivo es rebajar la tensión y las críticas que genera el discurso contra el catalán que ha lanzado Bauzá en las últimas semanas. Éste llegó a decir en una entrevista que derogaría la Ley de Normalización Lingüística en caso de ganar las elecciones para después rectificar y proponer la derogación del decreto de mínimos que se aplica en la enseñanza.
A partir de ahora el discurso será muy diferente. El PP es consciente de que el debate lingüístico puede captar algunos votantes de centro derecha, pero también moviliza a la izquierda. Por lo tanto, el trilingüismo será la apuesta del PP en los próximos meses. Algunos dirigentes populares ya advirtieron hace meses a Bauzá que debía apostar por el trilingüismo desde el primer momento, pero el presidente del PP prefirió acentuar su discurso contra el catalán, lo que también se traduce en que el líder de los populares sea vinculado con el sector españolista y, sobre todo, con Carlos Delgado.
La idea que se baraja en el PP es que la Ley de Normalización Lingüística, que fue aprobada en 1986, pueda actualizarse la próxima legislatura, pero siempre y cuando se mantenga el espíritu de una ley que fue aprobada por unanimidad.
En cuanto al decreto de mínimos, el PP se planteará modificarlo, no derogarlo, con el objetivo de evitar que el castellano pueda desaparecer de los centros escolares. En la actualidad, muchos centros imparten todas las clases en catalán y ninguna en castellano. Eso es lo que quiere evitar el PP porque, en opinión de los populares, no se cumple el espíritu del decreto de mínimos.