El presidente del Govern, Francesc Antich, ha admitido que los ciudadanos de Catalunya han ejercido un voto de castigo, en clara referencia al PSC, que ha perdido nueve escaños en relación a las elecciones de 2006, aunque ha considerado que los resultados electorales no son «extrapolables» a Balears.
En declaraciones a los periodistas, el jefe del Ejecutivo ha indicado que las formaciones que han recibido el voto de castigo, entre las que también figura ERC, que ha pasado de 21 a 10 diputados, deberán analizar el porqué de esta situación. Además, ha remarcado que ha habido un crecimiento del apoyo al voto nacionalista, que ha ocasionado que se hayan «radicalizado» dos posturas: la nacionalista española y la nacionalista catalana, que han favorecido a PP y CIU.
De este modo, Antich ha destacado que las encuestas previas los comicios catalanes ya reflejaron que la situación era de «mucha dificultad» para el PSC, mientras que en el caso del PSIB «no hay ninguna que no diga que no sube en escaños».