Quizá el mejor secreto para que una salsa de Nadal quede deliciosa es poner esfuerzo, cariño, y muchos años de experiencia. Y todo esto es lo que se puede encontrar en el equipo de trabajo del restaurante Ca n'Alfredo que durante la mañana de ayer unió sus manos y su esfuerzo para hacer 40 litros de este postre tradicional ibicenco.
«Elaboramos salsa de Nadal toda la vida. La ofrecemos a nuestros clientes y también nos hacen encargos», explicó Catalina Riera, cocinera del restaurante, mientras amasaba los ocho kilos de almendra tostada y molida con José Roberto Pérez, también trabajador de este restaurante. Unos metros más allá y con una vitalidad digna de ser resaltada, la que fuera cocinera de este mítico restaurante de Vila durante diez años, Antònia Torres que tiene 93 años, comprobaba que los 64 huevos payeses «salieran buenos» para echarlos segundos después a la masa que con paciencia y ahínco trabajaban las manos de José Roberto y Catalina. Mientras tanto, rompían a hervir los caldos de casi medio cordero, por un lado, y dos pollos payeses, por otro.
Tras conseguir que la masa de almendra mezclada con huevo quedara uniforme, el siguiente paso se centra en añadir los caldos de carne para lograr que la masa quede líquida. Más tarde encendieron el fogón para remover la salsa durante dos horas y media aproximadamente. «Hay que mover siempre en el mismo sentido y no parar porque si se para, la salsa cuaja y se estropea», precisó Antònia. Y como buenos cocineros y cocineras probaron el resultado de este delicioso postre navideño que ofrecen en estas fiestas a sus clientes y amigos.