El Ayuntamiento de Santa Eulària considera que el ascensor que propone instalar el Consell en el Puig de Missa para facilitar la accesibilidad no será operativo. Por ello, insiste en el proyecto de las dos rampas que quiere construir junto a la iglesia y, para ello, ha reproducido en madera la propuesta, a modo de maqueta, para intentar demostrar que no tiene impacto visual como considera la máxima institución.
Se trata de la rampa que se prevé instalar en el frontal de la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural (BIC). En este sentido, cabe recordar que la Comisión de Ordenación del Territorio y Patrimonio (Ciotupha) decidió esta semana no aprobar el proyecto a la espera de encontrar una alternativa que, en principio, apunta a la construcción de un ascensor en una de las naves de la parroquia. Desde Santa Eulària explicaron que al rampa que está en exposición es de madera y no está anclada al edificio. También destacaron que no se puede utilizar y que sólo pretende mostrar a los visitantes que no daña la imagen del bien cultural. Asimismo, indicaron que quedará expuesta durante unos días, aprovechando que, con motivo de las fiestas, son muchos más los vecinos que suben al Puig de Missa. Además, recordaron que los trámites previos a la licitación del proyecto siguen su curso porque consideran que la rampa «da una solución global y efectiva a los problemas del Puig de Missa».
Por su parte, el director insular de Patrimoni, Josep Maria López Garí, recordó ayer que la decisión se adoptará en un comisión mixta que se celebrará en enero entre el Consell, el Ayuntamiento y el Obispado. En cuanto a la exposición del proyecto sobre el BIC, Garí aseguró que entiende «que se ha hecho una estructura de madera y que no se ha afectado para nada ni se ha tocado ninguna pared». «Entiendo que están defendiendo su proyecto y que dentro de esta defensa quieren dejar constancia de que, según ellos, no hay impacto. Pero es algo que en su momento se tendrá que ver», concluyó.