La 'flaüta' ibicenca es uno de los elementos más característicos del folclore pitiuso. Por todo ello, el Parlament Balear aprobó recientementemente por unanimididad una proposición no de ley para que se incorpore una asignatura de música tradicional ibicenca, en el Conservatorio de Música y Danza de la isla.
Con esta normativa, según Esperança Marí, diputada ibicenca en el Parlament balear, se iba a «conseguir crear un prototipo para fabricar en serie 'flaütes' de plástico, que facilitarán su incorporación al sistema educativo general».
Algo que ha generado una fuerte polémica, sobre todo entre la Federació de Colles de Ball, que convocaron ayer una rueda de prensa para criticar abiertamente las justificaciones que se han dado para llevar a cabo esta medida.
Uno de los aspectos que más «duelen» a la federación, es según su vocal, Toni Sendich, los precios de los que se ha hablado.
En este sentido, el herrero ibicenco Jordi Marí consiguió fabricar un prototipo en resina de poliéster que abarataría considerablemente el precio de la producción y la venta, pasándose de los 200 euros que vale una tradicional a unos 30 o 40 de la nueva.
Algo que no ha gustado a la federación que argumenta, que «es una cantidad muy barata si lo comparamos con lo que vale un piano de cola, un saxo o una buena trompeta».
Además, tambien hay que tener en cuenta el tiempo que lleva hacer estos instrumentos de forma artesanal, que, según el constructor Toni March, «puede llevar 20 horas, sin contar lo que se tarda en seleccionar la madera y eliminar las que salen mal».
Asímismo, Sendich, defendió que para aprender es necesario los mejores instrumentos asegurando que «no se puede iniciar a alguien en el mundo del piano con un teclado Casio que no llega a los 200 euros en el mercado».
Otro de los temas polémicos tienen que ver con la afinación de cada uno de los instrumentos. Según el vocal, «durante todo este tiempo se ha argumentado que las nuevas 'flaütes' estarán afinadas en contra de lo que sucede con las tradicionales, algo que es totalmente normal, ya que éstas no suenan ninguna igual, porque el sonido que emiten depende de su tamaño sin que haya unos estándares preestablecidos».
Por ello, aseguró, que con la llegada de las nuevas «no sabremos que estándar tendremos que coger, ya que todas sonarán igual». Ante esto, Sendich afirmó «que lo primero que se ha de hacer es elaborar un estudio acústico general de la 'flaüta' tradicional porque hay muchas medidas y sonidos, y siempre han tocado juntos sin molestarse»
A favor de la evolución
Sin embargo, desde la Federació de Colles de Ball aseguraron que no están en contra de la evolución «ya que toda cultura viva implica un desarrollo y una adaptación a los nuevos tiempos y evidentemente, nuestra música, nuestros instrumentos tradicionales y nuestro folclore, no está exento de ello, pero lo que no se puede permitir es que se haga de cualquier manera».
Por eso, desde la federación, creen que es el momento de «dejar de tirar piedras contra nuestro tejado y remar todos en el mismo barco».
no em pareix mala idea introduir flautes eivissenques de resina/plàstic en les escoles, i no crec que vagi a perjudicar als constuctors tradicionals. Des de fa temps es toca sa flauta dolça de plàstic nels conservatoris, i no per aixó han deixat de treballar es constructors d´instruments arteseanals de qualitat. Quan em demanen si sa meua música es popular (toc es saxos, clarinet baix, flautes(també eivissenques)etc. sempre dic que sí, però amb un gran però: es instruments son molt cars! Aixó sí: pens que seria convenient establir una afinació pràctica. Instruments en Do sostingut o Fa sostingut per exemple son més complicats de combinar amb les tonalitats des repertoris i instruments convencionals. Siguem práctics!