Reducir en una cuarta parte la Administración balear, realizar auditorías de gestión y eficiencia al Govern y empresas públicas, que serán sometidas a una fiscalización previa del gasto y la inversión, son algunas de las propuestas que ha hecho hoy la Lliga Regionalista.
El candidato de la Lliga Regionalista al Parlamento y el Consell de Mallorca, Jaume Font, ha manifestado en una rueda de prensa que el «gran reto» de Baleares es que «vuelva a ser productiva», por lo que propone para «gestionar la crisis», un proceso de reducción de empleados autonómicos mediante jubilaciones y que cubra sólo una parte de las vacantes.
Font considera que hay que eliminar las duplicidades entre el Govern y los consells insulares en un plazo máximo de dos años, y plantea la creación de un «ente de ayuda a la innovación» conformado por expertos internacionales y de la Administración.
Para la Lliga es indispensable la reducción en una tercera parte de los altos cargos autonómicos y la elaboración de un catálogo de puestos claves que deberán ser ocupados por altos funcionarios jurídicos y económicos.
El líder de la Lliga Regionalista ha considerado necesario reforzar la competitividad de las empresas a través de la inversión en I+D+I y el diseño de un plan de Financiación Local que «garantice» la viabilidad financiera de los ayuntamientos, «ejes de la cohesión social».
Font ha propuesto la modificación de la Ley de Coordinación de las Policías Locales para dar estabilidad a este colectivo y ha manifestado su apuesta por racionalizar recursos y personal en la policía local.
En materia económica, el candidato de la Lliga ha recordado que la «morosidad de la Administración es uno de los principales problemas» para el sector empresarial, por lo que ha propuesto que cumpla con la ley y pague a las empresas ya que «no es posible que la Administración tenga deudas de 2008 o 2009».
Reestructurar el sector público con la «redimensión» de las plantillas, incorporar la movilidad funcional y geográfica en el sector así como crear un bolsa de empleados públicos, son otras de las principales iniciativas de la Lliga.
Font ha avanzado que es necesario un «gran acuerdo» entre formaciones políticas para avanzar hacia un correcta financiación y la negociación de un nuevo Régimen Especial Balear «creíble y solidario».
Para fomentar el trabajo, el líder de la Lliga quiere «potenciar y estimular el espíritu emprendedor», con el fomento del autoempleo. La aplicación de incentivos fiscales para empresas familiares y la priorización en la adjudicación de obras y servicios públicos para las compañías con domicilio fiscal en las islas se añaden a estos planteamientos.
Font ha ofrecido dar apoyo a las industrias agroalimentarias para incentivar la actividad agraria, así como agilizar las gestiones burocráticas y el pago de ayudas o subvenciones a empresas.
Si gobierna, la Lliga Regionalista creará la figura del agente de empleo y desarrollo local que sea capaz de «propiciar sinergias en el mercado laboral» y potenciará las políticas de fomento del empleo a través de programas que posibiliten la aproximación al «mercado real de trabajo» y la inserción laboral de los colectivos más desfavorecidos.
En temas de comercio e industria, Font ha manifestado que impulsará los planes que ayuden a mantener el modelo mediterráneo de ciudad, y promocionará y apoyará las iniciativas comerciales e industriales innovadoras que mantienen las tradiciones y los productos autóctonos.
La Lliga Regionalista aboga por mantener un «único» canal de televisión pública autonómica (IB3) y la conversión de la actual Televisión de Mallorca en un segundo canal de IB3 vía satélite, y cree que Baleares puede ser un gran plató para producciones cinematográficas.