Los sindicatos de Can Misses temen que servicios como el de Urgencias se colapsen si sigue adelante la propuesta de cerrar camas en la tercera planta. Esta es algunas de las preocupaciones de los sindicatos que aseguran que desde hace días les llegan quejas de trabajadores ante el anuncio de estas medidas.
Desde primera hora de la mañana de ayer la Gerencia del hospital trató de llegar a un acuerdo con los profesionales de Enfermería pero no se llegó a ningún tipo de consenso. De hecho, en la reunión de este miércoles de la Comisión Informativa sobre el Seguimiento de las Obras del Hospital en la que el gerente, Julio Villar, dio a conocer su propuesta, el área de Enfermería mostró su rechazo a la idea.
Múltiples dudas
Por su parte, el colectivo de auxiliares de Enfermería tampoco está a favor de esta medida. «Espero que no tengan a los usuarios en los pasillos de Urgencias haciéndoles curas mientras una planta está cerrada», dijo Rosa Planells, portavoz del SAE, sindicato destacado dentro de este colectivo.
«El hospital se ha quedado pequeño y encima quieren hacer esto por medidas de austeridad. Al final lo terminamos pagando nosotros y los enfermos, con más trabajo en Urgencias y en Maternidad, ya que si hay camas libres ponen enfermos en las plantas», añadió.
Carmen Ortiz, del sindicato Satse, dijo que «no está justificado para nada que se cierre esta planta cuando el hospital está con picos máximos de ocupación y puede tener repercusiones en los usuarios, porque si no hay camas disponibles se pueden ver obligados a estar hospitalizados en el pasillo de Urgencias».
Jesús Rueda, representante de CCOO, vaticina que, si se ponen en marcha estas medidas, «habrá peor calidad, aumentarán las listas de espera, un suma y sigue de los recortes ya que cada vez se contrata a menos personal y no se cubren las bajas». «Se supone que tenemos un macrohospital al lado y cerramos este, no entiendo estas políticas», añadió.
Por último, el CSI-CSIF aseguró que, oficialmente, no dispone de la información «pero sabemos lo que nos cuentan los trabajadores que se quejan porque van a reestructurar contratos y reubicarlos en otros servicios, porque se van a cerrar en julio y agosto los quirófanos y las camas», finalizó Enrique Torres.