La conselleria d'Agricultura de Formentera detectó el pasado 5 de julio el primer caso de afectación a una palmera por el Rhynchophorus ferrugineus o picudo rojo en un jardín particular situado entre s'Estany Pudent y la playa de Llevant.
Ante el descubrimiento, un primer caso que supone un peligro para las palmeras de la Isla que hasta la fecha se habían visto libres de este parásito, la palmera fue destruida de inmediato para evitar nuevas infecciones a tenor de lo establecido en la resolución de la conselleria d'Agricultura i Pesca de 12 mayo de 2010.
Mediante un comunicado de prensa el Consell informó que con el objetivo de evitar la propagación del animal causante de la infección, «se ha creado un círculo de vigilancia intensiva de un kilómetro de radio desde el foco, es decir desde el lugar en el que estaba la palmera estableciéndose además una zona de protección de 5 kilómetros de radio». Paralelamente la conselleria d'Agricultura ha iniciado un tratamiento de choque con fitosanitarios en la zona de vigilancia intensiva y se darán a conocer las pautas para que los propietarios realicen tratamientos a posteriori a lo largo del año.
El picudo rojo, Rhynchophorus ferrugineus, es una especie que ataca un gran nombre de variedades de palmeras, que permanece escondida en todas sus etapas inmaduras y sobrevive en unas temperaturas comprendidas entre los 5 y los 55 grados centígrados, motivo por el cual la poda de las palmeras debe efectuarse en pleno invierno cuando las temperaturas son sumamente bajas ya que las heridas de las podas dejan a las palmeras sensibles a los ataques del picudo rojo.
La infestación queda disimulada durante meses y no se hace visible hasta que la palmera está sumamente afectada. A ello se le añade la dificultad de certificar que una palmera esté libre del picudo rojo con un simple control visual ya que el ataque de las larvas en sus fases iniciales es prácticamente indetectable.
Lo que dice la ley
De acuerdo con la Ley 43/2002 de Sanidad Vegetal, es responsabilidad del propietario, productor o comerciante de palmeras vigilar la posible presencia del picudo rojo e informar al área de agricultura en ese supuesto. De la misma manera los propietarios de palmeras afectadas están obligados a mantener su jardín en un perfecto estado sanitario y aplicar las medidas fitosanitarias obligatorias, de lo contrario se verán sometidos al régimen sancionador que contempla dicha ley.