A poco más de un mes de su puesta en marcha, el inventario de bienes destruidos por el incendio que arrasó 1.676 hectáreas en sierra de Morna y Sant Joan el pasado mayo, ya cuenta con el registro de más 50 vecinos que aseguran haber sufrido daños patrimoniales por el fuego.
La gran mayoría de afectados, medio centenar, pertenecen al municipio de Sant Joan, mientras que solo tres vecinos se han inscrito hasta el momento en el registro que también puso en marcha el Ayuntamiento de Santa Eulària.
En el inventario, los propietarios pueden rellenar una ficha con sus datos personales y los de su finca (con número de polígono, parcela y superficie quemada). También puede aportar una descripción de los daños sufridos, además de una estimación de los perjuicios económicos ocasionados por el incendio.
Sin embargo, esta lista de damnificados, por ahora, sirve solo para tener un contacto entre ayuntamiento y propietario, ya que los alcaldes de Santa Eulària, Vicent Marí, y de Sant Joan, Antoni Marí Marí Carraca, ya advirtieron que «no pueden prometer nada» porque no tienen competencias al respecto. Sin embargo, anunciaron que harán de intermediarios con otras instituciones, que sí tiene potestad en zonas forestales, como es el Govern balear.
En este sentido, una portavoz de Sant Joan aseguró que la lista será utilizada para convocar a los interesados en caso de conseguir ayudas para solventar sus daños patrimoniales. Asimismo, indicó que el registro continuará abierto por si más vecinos quieren reportar sus bienes destruidos por el fuego.
Cabe recordar que, hasta el momento, la única medida que se adoptó de cara a los dueños de las fincas afectadas es un permiso de la Conselleria de Medi Ambient para talar sin autorización los pinos quemados, así como de venta de la madera de los árboles, sin ninguna pega burocrática.