La cita para reivindicar un nuevo orden global llevó ayer a millones de personas en todo el mundo a salir a la calle para protestar contra el orden político y la supremacía financiera. En España hubo más de 60 convocatorias, una de ellas en Eivissa.
La cita elegida para que las voces de la Isla se unieran en un mismo grito de protesta era a las siete de la tarde en el paseo Vara de Rey. Media hora después saltaron las primeras cifras de asistencia, unas 300 personas que con el paso de la tarde fueron en aumento hasta las 500, cantidad que subió a entre 800 y 1.000 personas, según la organización. «Todos en general compartimos la misma reivindicación contra un sistema dominado por los mercados, por los bancos, por las corporaciones trasnacionales y la complicidad de los gobiernos con estas compañías», explicó Octavio Pertot, integrante de la comisión de comunicación del movimiento Ibiza Toma La Plaza y encargado de leer el manifiesto en el que se destacó la importancia de consolidar el movimiento de protesta que nació el pasado 15 de mayo: «Al mismo tiempo compartimos reivindicaciones universales contra un sistema hegemónico tóxico y en decadencia que nos afecta a todos sin importar en qué continente vivamos. El poder especulativo y codicioso de las grandes corporaciones que controlan la mayor parte del capital y de los recursos nos han metido en una espiral frenética de autodestrucción y es nuestra responsabilidad frenarla». Más adelante, el manifiesto hizo referencia a un nuevo movimiento social: «Hay que decir basta y diseñar entre todos un modelo alternativo basado en la dignidad, la solidaridad y el respeto. Del 15-M al 15-O se ha planteado el cambio de la 're-evolución', pero ahora nos queda lo más difícil que es consolidar una opción ciudadana real».
Tras el manifiesto se empezó a correr la voz entre los ya más de 500 asistentes, según la organización, de arrancar una manifestación por las principales calles de Eivissa. Así, partieron de Vara de Rey para pasar por Bartomeu Roselló, Ignasi Wallis y cuando parecía que regresarían a su punto de partida se desviaron para ir a Avinguda Espanya. Una vez allí recorrieron las sedes del PP primero, PSOE después y el Consell d'Eivissa para protestar y hacer una sentada pacífica acompañada de mucho ruido y sonoras pitadas.