El resultado que adelantaron las encuestas fue el que finalmente se dio en las urnas: cinco diputados para el PP y tres, para el PSOE. A pesar de que durante la campaña algunos dirigentes del PP especularon con la posibilidad de que la candidatura encabezada por Miquel Ramis se hiciera con seis de los ocho escaños en juego, el resultado electoral refleja que los populares se quedaron lejos de este objetivo.
Para poder hacerse con ese sexto escaño al PP le faltaron 35.886 votos, es decir, que tenía que haber obtenido un 16 por ciento más de los 216.808 votos que obtuvo.
Lo mismo cabe decirse del PSM-IV-ExM. Al partido nacionalista le faltaron 10.373 para conseguir escaño en el Congreso de Diputados. El PSM logró 31.378 votos, cuando habría necesitado al menos 42.115 para lograr representación parlamentaria. Es decir, que le faltaron un 34,21 por ciento de votos. De haber logrado este resultado, los nacionalistas hubieran arrebatado el diputado al PSOE, que habría pasado de tres a dos escaños.
De hecho, la coalición que lideraba Miquel Ensenyat en estas elecciones fue la única que perdió votos con respecto a las autonómicas de hace seis veces, si bien tuvo un aumento de votos considerable con respecto a las elecciones celebradas hace tres años, en las que consiguió poco más de 25.000 votos.
El PSOE, tranquilo
De hecho, durante toda la jornada electoral, mientras se realizaba el recuento de votos, el resultado se mantuvo en todo momento igual a como quedó finalmente. Desde los minutos iniciales del recuento, cuando se llevaba escrutado un escaso 7 por ciento de los sufragios, el resultado que daba el Ministerio del Interior era de cinco para el PP y tres para el PSOE.