Doce turismos y 21 motocicletas de la Policía Local de Vila duermen en la calle desde que el pasado mes de junio el cuerpo municipal se trasladó del antiguo retén de la calle Vicent Serra i Orvai a las nuevas dependencias del edificio Cetis.
Los motivos son las deficiencias técnicas que presenta el aparcamiento destinado a la Policía Local y el objetivo de la empresa concesionaria Sagalés de recepcionar esta obra cuando la nueva estación de autobuses tenga luz verde desde las instituciones.
Desde el Ayuntamiento de Eivissa explicaron ayer que las deficiencias son goteras y desperfectos en los acabados que son fácilmente «subsanables» y cuyos arreglos deben correr a cargo de Sagalés. El problema, según indicó un portavoz municipal, es que la empresa «quiere que se recepcionen las obras de este aparcamiento al mismo tiempo que la estación de autobuses, cuando lo de la estación es más complejo que las deficiencias que hay en este sótano donde deberían aparcar los policías. Por eso no se puede aparcar», agregó.
Obras sin terminar
Para la alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, éste es ejemplo de por qué la concesionaria no tendría que ser indemnizada en caso de reclamar al Consistorio, ya sea porque la estación hace casi un año que está acabada y permanece cerrada, o por su anuncio de revisar las tarifas que aprobadas en 2005 para el uso de la misma y que los empresarios del transporte se niegan a pagar. «No se puede hablar de responsabilidades patrimoniales hasta que no esté demostrado que todo lo que tenían que hacer está bien hecho. Tenemos el edificio de la Policía Local que todavía no podemos utilizar la parte del parking, la parte del sótano, con lo cuál todo bien hecho no está», destacó la primera edil, que explicó que para pedir una responsabilidad patrimonial «tienes que haberlo hecho todo bien y tiene que haber un incumplimiento claro de las administraciones». «Y yo creo que esto no se está produciendo. Estamos siendo muy prudentes y haciendo las cosas con responsabilidad», agregó.
Las desperfectos en el aparcamiento fueron detectadas por los servicios municipales. Según Jáuregui, «aunque aparentemente las obras estaban terminadas empezaron a aparecer deficiencias en la construcción. Por eso decimos que todo no está bien hecho», concluyó.