Jaume Matas aguarda ya la decisión de la Audiencia Provincial. Tras tres semanas de vistas ayer terminó el primer juicio del ‘caso Palma Arena'. En la última sesión, el letrado del ex president, Antonio Alberca, solicitó la absolución por «la ausencia total de pruebas» como argumento principal. El informe también incluyó acusaciones al exdirector general, Joan Martorell, en el que descargó la responsabilidad de contratar al discursista Antonio Alemany y a la exvicepresidenta Rosa Estaràs. Sobre esta, Alberca, llegó a asegurar que sería la «autora material» de un delito de prevaricación si éste se hubiera producido. «¿Por qué desde el principio se llamó como testigo y no como imputada a la ‘ respetable' señora Estaràs? Para no perder la competencia», indicó. Al ser eurodiputada, Rosa Estaràs sólo podría ser encausada por el Tribunal Supremo.
Órdenes
Con todo la tesis principal del letrado se basó en la falta de pruebas de que el president diera indicaciones para que sus subordinados cometieran algún tipo de irregularidad en la contratación de Alemany: «No llegan ni siquiera a indicios».
En concreto, el letrado buscó desmontar las acusaciones realizadas por los encausados Miguel Romero y Joan Martorell: «No hay elementos que corroboren sus manifestaciones y sus declaraciones están condicionadas por unas ventajas penológicas inauditas». Sobre la contratación de Alemany planteó como escenario «mucho más lógico» que fuera el director general de Comunicación quien eligiera la fórmula «con toda la buena intención del mundo». Alberca hizo hincapié en que Jaume Matas no se llevado «un céntimo de euro» en esta causa: «La Fiscalía, obcecada por la indignación no han visto el error de que los contratos no son con Jaume Matas como persona. Tratar de decir que sólo se beneficiaba el president no se corresponde con la verdad». El letrado también recogió el guante de la comparación de la actitud del acusado con la del capitán del Costa Concordia: «El señor Matas no iba en ningún barco por mucho que la Fiscalía le quiera en la lista de pasajeros».
Los abogados, especialmente Zaforteza y Alberca, han dado una auténtica lección a los zafios fiscales. Estos últimos, insultando a la inteligencia de la magistrada, han balbuceado un relato inconexo integrado por rumores, dimes, diretes y bormas sobre sucesos en los que ha muerto gente (incluido un mallorquín). Los abogados se han limitado a analizar los hechos y a calificarlos jurídicamente. La versión de los fiscales es muy zafia. Han tergiversado datos evidentes y han acusado a ciertas personas de delitos incompatibles para salvar la prescripción. Me consta que la Fiscalía General ya está estudiando la actuación del "Gordo infame" y del jurista de reconocido prestigio, Pedrito Horrach. Buena la habéis hecho. Ojalá que la rigurosa magistrada os ponga en vuestro sitio.