El multitudinario acto de toma de posesión del nuevo director insular de Eivissa y Formentera, Rafael García Vila, se convirtió en toda una declaración de intenciones por parte del delegado del Gobierno en Balears, José María Rodríguez, y el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Serra, que se comprometieron a buscar a toda costa la restitución de las conexiones aéreas que ha perdido Eivissa con el cierre de Spanair.
En su discurso, Vicent Serra dijo que le consta que tanto el delegado del Gobierno como el director insular son sensibles al hecho de la Isla de Eivissa merece contar con una programación aérea justa y adecuada en términos de frecuencias, destinos y precios que le permitan tener garantizada la comunicación con otros puntos de España y Europa». «Otros lugares tienen garantizadas las comunicaciones por vía terrestre y las inversiones en este tipo de transporte. No podemos dar prioridad a estas inversiones en transporte terrestre sin una programación aérea que nos permita conocer, sin sorpresas desagradables, cuándo y por cuánto podemos entrar y salir de Eivissa. Tampoco se puede esperar que sean las instituciones insulares o locales, como el Consell, las que asuman la inversión que corresponde a otras administraciones para que se mantengan las comunicaciones aéreas», afirmó el presidente.
Servicio público
En la misma línea, el delegado del Gobierno señaló que «hay que conseguir que las compañías que tantos vuelos tienen en Eivissa en verano no se olviden del invierno, porque tenemos que lograr mayor conectividad con la Península y que se mejoren los horarios y las rutas para que el ciudadano no tenga la sensación de estar atrapado». Sobre la posibilidad de declarar servicio público los vuelos con la Península, Rodríguez señaló: «Hay que hacer un estudio riguroso, porque el servicio público tiene unas ventajas y unos inconvenientes, pros y contras, y creo que Eivissa tiene posibilidades de mejorar [la conectividad] sin tener que declarar el servicio público». Entre otras autoridades, al acto de toma de posesión de García Vila también acudió el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer; el senador José Sala; el vicepresidente del Parlament, Pere Palau; las diputadas autonómicas Virtudes Marí y Carolina Torres; la alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez Jáuregui; el de Santa Eulària, Vicent Marí; la de Sant Josep, Neus Marí; y el de Sant Joan, Antoni Marí Marí. En representación de Sant Antoni acudió el jefe de Policía, Javier Verdugo; los capitanes de la Guardia Civil Juan Muñoz Tovar y Francisco Albendín; el teniente Juan José Belmonte; el nuevo comisario del Cuerpo Nacional de Policía Julio Suárez Losada, así como el obispo Vicente Juan Segura representantes del Ejército y la Marina de la Agencia Tributaria. La diputada Sofía Hernanz, antecesora de García Vila, no pudo asistir al acto.
Tras el acto, el comisario Suárez dijo que, según le han dicho los responsables de la obra, todo hace pensar que la nueva Comisaría podría ser inaugurada a finales de febrero. Calificó el viejo edificio de «tercermundista» y dijo también que considera que los 250 agentes de policía que forman la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía son «suficientes».
«Lealtad a mis jefes, compañeros y hacia mí mismo»
Rafael García Vila (Eivissa, 1957) juró su cargo «por su conciencia y honor». Dijo estar «nervioso y abrumado» por la gran asistencia de autoridades al acto. Habló del «inmenso honor» que supone haber sido designado para director insular, «de ilusión y ganas de trabajar» y de «lealtad bien entendida». «Lealtad hacia mis superiores, compañeros y hacia mí mismo, mis valores, principios y mi forma de ser», dijo. Varias veces aludió a su vocación de servicio a los demás». «Estamos aquí para servir a los ciudadanos, no para recibir favores ni prebendas, señaló. «Son mis valores, inculcados en la vida militar, y no olvido mi paso por la Cruz Roja», dijo García Vila, quien, como destacó el presidente Vicent Serra, fue teniente de la Guardia Real en Madrid y comandante y teniente coronel de Infantería. En los últimos años ha sido el responsable de Cruz Roja en Eivissa, que ahora ha quedado en manos de su vicepresidenta, señaló García Vila.