El exregatista olímpico Roberto Molina ha admitido hoy ante el juez José Castro que facturó a su amigo Iñaki Urdangarin por los servicios prestados al Instituto Nóos, con quien colaboró como informático especialmente en el marco del Valencia Summit, aunque no trabajó en el Illes Balears Fórum.
Molina ha comparecido hoy en Barcelona como testigo ante el juez José Castro, que investiga las supuestas irregularidades en el Instituto Nóos en unas diligencias en las que, entre otros, están imputados el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su socio Diego Torres.
Según han informado fuentes judiciales, Molina ha admitido en su declaración de hoy que le facturó al Instituto Nóos por los servicios que prestó como informático en relación a las jornadas Valencia Summit y, en cambio, ha negado haber trabajado en el Illes Balears Fórum, un foro por el que el Govern balear pagó 2,3 millones a Nóos.
En total, Nóos percibió unos 2 millones de euros del Ayuntamiento de Valencia y de la Generalitat valenciana por organizar entre 2004 y 2006 las jornadas Valencia Summit sobre acontecimientos deportivos, un dinero que se está investigando por supuesta corrupción.
En el sumario del caso consta que el Instituto Nóos aportó las facturas emitidas por Molina para justificar las ayudas públicas recibidas para la organización de eventos deportivos.
Ante el juez, Molina ha sostenido que, con motivo del Valencia Summit, acudió en una ocasión a Valencia, en la que estuvo un único día para montar una red para establecer el sistema de equipos en una oficina y conectarla con el servidor central en Barcelona.
Molina, excampeón olímpico de vela y también ingeniero técnico en electrónica especializado en informática, ha remarcado que es amigo personal de Iñaki Urdangarin y que su esposa también es amiga de la infanta Cristina, según las fuentes informantes.
Como ya hizo en su declaración policial de septiembre pasado, Molina ha explicado que su primer contacto profesional con el Instituto Nóos fue como colaborador externo, ya que se reunía con Urdangarin y con Diego Torres para analizar de modo genérico el impacto que podría tener a nivel social la organización de un evento deportivo.
Según las mismas fuentes, en su declaración de hoy Molina ha señalado que los máximos responsables del Instituto Nóos eran tanto Urdangarin como Torres.
Asimismo, ha relatado que poco a poco intensificó su colaboración con el Instituto Nóos en su calidad de informático y no tanto como asesor deportivo, como ocurrió por ejemplo durante el Valencia Summit, unas jornadas celebradas entre 2004 y 2006.
Según Molina, el Instituto Nóos creció mucho y cada vez necesitaba una mayor infraestructura informática, por lo que dejó un poco más de lado su participación como asesor en la parte deportiva y se centró en el ámbito informático.
Por este motivo, durante el congreso internacional Valencia Summit, Molina se centró en hacer copias de seguridad de los equipos informáticos existentes, cambió y actualizó los sistemas informáticos, instaló software y se encargó del mantenimiento de servidores, por las que presentó dos facturas al Instituto Nóos.
Ante el juez también ha comparecido esta mañana la traductora Kai Li Shan Wu, que según fuentes judiciales ha ratificado su declaración policial en la que explicó que había facturado al Instituto Nóos por servicios de traducción al chino.
En concreto, la testigo ha señalado que hizo de traductora en varias llamadas telefónicas con interlocutores chinos y también en un folleto relacionado con el Valencia Summit.
En su declaración policial, la testigo indicó que su contacto con el Instituto Nóos era una mujer que le subrayó la importancia del Valencia Summit y que le habló de Iñaki Urdangarín para reforzar la importancia del evento.
El juez José Castro se ha desplazado de Palma a Barcelona donde entre hoy y el sábado tiene previsto interrogar a unos cuarenta testigos en relación con las actividades del Instituto Nóos, entre ellos la exconsellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, que comparecerá el próximo sábado.