El Consell d'Eivissa convocó ayer otra reunión para volver a dar a conocer el borrador de la remodelación del puerto de Vila ante grupos ecologistas, partidos políticos, colectivos del transporte discrecional y de mercancías. A esta reunión también asistió el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer.
Desde PSOE-Pacte, el conseller Juanjo Cardona apuntó que la opción de trasladar del tráfico marítimo al muelle de los andenes «es un poco delicado porque hay transporte de mercancía y esto provocaría un incremento del tráfico por la Marina cuando creemos que debería ser peatonal para integrar bien el puerto y la ciudad».
En este sentido, Cardona no se pronunció sobre ninguna de las alternativas aunque consideró que la de la Marina es la menos recomendable. «Creo que se debería sacar el tráfico rodado de la ciudad e incrementar el transporte público desde donde se cree la estación marítima hasta Vila».
Otro de los puntos que preocupa al grupo en la oposición es el número de amarres que se podrían ganar donde ahora se ubican las barcas de Formentera. «Con toda esta redistribución hay zonas donde se podrían crear más amarres de uso deportivo pero desde el Consell no han sabido contestar», criticó Cardona quien señala que antes de empezar a ampliar puertos deportivos debería conocerse exactamente si se pueden ganar amarres en Vila. «Solo en el rincón del puerto [desde el obelisco hasta la figura del pescador] se hablaba de 400 amarres más; hay juego y estaría bien saber de que cifra hablamos antes de ponernos a ampliar o crear nuevos puertos», remarcó el conseller.
La cesión de suelo
Cardona también cuestionó la cesión por parte de Autoritat Portuària de alguna zona para el Ayuntamiento. Tras la reunión mantenida el miércoles, la alcaldesas señaló que aún no se ha entrado en este tema. Por su parte, fuentes de Autoritat Portuària señalaron que aún se desconoce este extremo si bien es cierto que en el muelle comercial, donde en su momento se planteó por parte del anterior equipo de gobierno de Vila construir un auditorio, es necesario «una parte de él para la gestión de puertos, es decir usos portuarios comerciales».
Desde Amics de la Terra también apuntaron que se tiene una «única oportunidad de convertir el barrio antiguo de la Marina en un espacio seguro, lúdico y de uso público agradable y a la vez conservar sus valores patrimoniales importantes». Por ello, señalan que si se trasladase a la Marina todo el tráfico de Formentera, barcos de pasajeros y buques mixtos, la zona «seguirá sufriendo todos los efectos negativos que ahora sufre, aunque quizás en menor grado: la descarga y carga de mercancías, la circulación de camiones y vehículos pesados, los vehículos privados de pasajeros y sus familias y autobuses cargados de turistas». Para Amics de la Terra todo esto supone «no sólo un peligro para los peatones, sino contaminación acústica y atmosférica que afectarán muy negativamente a los usuarios de los bares y comercios». Por otro lado, consideran un «agravio adicional» la congestión de la avenida Santa Eulària mientras que apuntan que la comodidad de los ciudadanos de Formentera «es mayor si se desembarca al muelle comercial; la diferencia de la distancia del muelle comercial y la estación actual es mínima, con la ventaja de poder llegar al aeropuerto con más facilidad». Por eso, indican que hay alternativas «mejores» que se deben estudiar y «que mantendrían la actividad comercial de la Marina».