Más de 150 personas, uniformadas con camisetas blancas y un corazón entre rejas, salieron ayer a las calles de Eivissa para pedir la liberación de Martín C.C., el apicultor encarcelado como presunto autor del incendio que arrasó 1.579 hectáreas de la sierra de Morna.
La marcha, que discurrió desde las puertas de los juzgados de Eivissa hasta el Parque de la Paz, coincidió con el primer aniversario de la entrada en prisión de este argentino de 51 años. «Estamos muy orgullosos de este amplio respaldo popular porque servirá para demostrar al juez instructor del caso que Martín sí tiene arraigo en la Isla y puede salir en libertad», explicaba momento antes de iniciarse la marcha Pablo García-Albizuri, portavoz de la plataforma.
Además, la situación que vive el apicultor de Morna también recibió ayer el apoyo de varias de las personas afectadas por el incendio. «Yo tuve que abandonar mi casa por las llamas pero he venido porque creo que en la inocencia de Martín, un hombre bueno que siempre respetó el medio ambiente y trabajó por todos los que vivían cerca de él», explicaba uno de los participantes. Mientras, justo a su lado, otra mujer en su misma situación aprovechó para explicar que creía firmemente que el apicultor no era el culpable y que se estaba cometiendo «una terrible injusticia, porque el bosque vuelve a nacer pero este hombre, después de todo lo que está pasando, ya no será el mismo».
Según García-Albizuri, todo este apoyo popular está consiguiendo que «Martín, a pesar de sufrir como cualquier persona que lleva un año en la cárcel sin derecho a juicio y por algo que no ha cometido, esté mucho más animado y con la esperanza de salir libre pronto».
Apicultor encerrado
Todos ellos formaron parte de esta marcha, encabezada por un apicultor encerrado en una jaula, y que discurrió de forma pacífica entre consignas que pedían justicia y libertad para Martín C.C. y pancartas donde se podía leer, entre otros lemas, «un año de cárcel, un año de injusticia» y «te podría pasar a ti».
Además, durante el recorrido fueron muchos los vecinos y curiosos que mostraron su solidaridad con la causa del apicultor argentino a medida que los miembros de la plataforma les explicaban en qué consistía la marcha. Este fue el caso de Joan o de Neus, quienes aseguraban mientras veían pasar la marea de globos rojos que «es una vergüenza que este hombre siga encarcelado un año sin que se celebre juicio mientras hay otros delincuentes que salen a los pocos días en libertad por cosas más graves y tras pagar fianzas millonarias».