La alcaldesa de Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui, y el director de Cáritas, Joan Marí, firmaron ayer un convenio que permitirá la instalación de 24 contenedores por toda la ciudad en los se podrá depositar ropa, calzado o juguetes usados.
La intención, según Jáuregui, es colocarlos en «lugares estratégicos» para facilitar a los ciudadanos depositar la ropa o los zapatos que ya no usan. «Creo que aumentará la recogida pese a la crisis porque a todos nos pasa que a veces queremos dar ropa pero no podemos por horarios o porque solo se podía depositar en una ubicación y así tendremos facilidad», dijo la alcaldesa, que recordó que la gestión de esta ropa sirve a personas con riesgo de exclusión social y ayuda a la reinserción laboral.
Los contenedores tendrán una capacidad mínima de un metro cúbico y dispondrán de una identificación sobre el tipo de residuo a introducir. Su diseño impedirá tirar residuos no permitidos y su manipulación desde el exterior. Cada diez días se recogerá la ropa usada.
El coste de la instalación de estos contenedores es de 34.000 euros y Cáritas deberá presentar una memoria anual de su gestión en la que informará sobre los kilos de ropa recogidos y su destino. Asimismo, la organización está obligada a dedicar la totalidad de los ingresos generados por la gestión de la ropa usada a los programas de reinserción laboral local desarrollados en Eivissa, así como a proyectos de cooperación internacional y al cuidado del medio ambiente. También entregará gratuitamente la ropa reciclada a las personas en situación de exclusión social derivadas por los servicios sociales municipales.
En principio, se colocarán estos 24 contenedores en colegios como Sa Real, Portal Nou y Sa Graduada, en el IES Santa María, en el Hospital Can Misses, en los Multicines, en el Parc de la Pau, en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, en Can Ventosa y en Cas Serres, entre otros puntos. Según explicaron desde Vila, se ha intentado cubrir todos los barrios, aunque si se detecta que falta alguno más se colocará.
Marí destacó que se trata de una «gran esperanza» poder colocar estos contenedores que les permitirán conseguir más ropa para poder hacer frente a los gastos que les suponen los programas que llevan a cabo, que tienen más demanda con la crisis.