Son las diez y media de la mañana y en el exterior ya hay una temperatura superior a 30 grados. En la puerta del Espacio Cultural de Can Ventosa hay un par de estudiantes que comentan el insoportable calor de estos días y finalmente entran en el edificio porque hay «aire acondicionado», dice una de ellas. Además, no tienen tiempo que perder.
Solo quedan dos semanas para los exámenes de recuperación de setiembre, tanto de los institutos como de las universidades. Además, hay unos cuantos estudiantes de oposiciones, que según Ana Colomar, la bibliotecaria de Can Ventosa, cree que «pronto se convocarán».
Desde el pasado lunes, la biblioteca hace un horario intensivo de ocho de la mañana a nueve de la noche «para no interrumpir el estudio de nuestros usuarios», explica la directora del espacio cultural, Fanny Tur. Este horario se mantendrá hasta que «empiecen las clases, es decir hasta el doce de septiembre», explica. Carlota Ferrer es una estudiante de Relaciones Laborales en una universidad de Barcelona. Cada día estudia unas cuatro horas porque en septiembre tiene dos exámenes de recuperación. Es muy optimista: «Aquí puedo estudiar muy bien, además hay aire acondicionado y se está fresco. Yo creo que aprobaré».
Siguen las actividades
A pesar de que sea verano, la biblioteca no se ha ido de vacaciones y continúan continuan con sus actividades, aunque no con conferencias y publicaciones de libros, que se reanudarán en septiembre. Actualmente hay una exposición de la escritora Isabel Allende, que es la escritora del mes en Can Ventosa porque el pasado 2 de agosto fue su sesenta aniversario.
En el piso superior también hay expuestos los libros de la actividad 12 llibres, 12 aniversaris donde los usuarios pueden consultar las obras de varios autores, como Marià Villangómez, Mercé Rodoreda o Antonio Machado. En otra de las mesas también se muestran las novedades que la biblioteca acaba de adquirir para que los usuarios empiecen a reservarlos.
Una de las novedades de la biblioteca de Can Ventosa es que los usuarios también pueden llevarse a casa prestados tres ebooks. Según Ana Colomar, a «las personas que les ha gustado leer en este nuevo formato finalmente se compran uno».
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