Los representantes de la asociación de rent a car de Pimeef, Baleval, Aevab y Pime Menorca mantuvieron ayer una reunión técnica con el director de la Agència Tributària de Balears (ATIB), Alberto Roibal, y el director general de Pressuposts del Govern, Antoni Costa, para debatir la aplicación del nuevo impuesto sobre los alquileres de coches en Balears con el que el Ejecutivo autónomico prevé recaudar 15 millones de euros anuales.
En este encuentro, que duró cuatro horas y en el que según explicaron los empresarios de rent a car hubo mucha tensión, Costa y Roibal aseguraron que el impuesto «se tiene que aplicar porque necesitamos el dinero y porque tenemos que recaudar con los nuevos impuestos 135 millones de euros». Por su parte, los empresarios baleares recordaron su intención de trasladar la sede fiscal de los rent a car fuera de Balears.
Los empresarios manifestaron, además, su «decepción» por la ausencia del vicepresidente económico, Josep Ignasi Aguiló. «Los técnicos querían avanzar en el anteproyecto de ley, pero es que no queremos que se haga. No hemos podido continuar con nuestra reivindicación porque no estaban las personas adecuadas», expresó Juan Cárdenas, presidente de la asociación de rent a car de Pimeef refiriéndose a la ausencia de Aguiló.
Las patronales recordaron los «efectos negativos» de este nuevo tributo en Balears. Cárdenas señaló que la repercusión de esta nueva tasa en las Pitiüses, que pretende gravar entre 3,5 y 9 euros por vehículo y día, supondrá el cierre de «muchas» empresas pequeñas y medianas, puesto «que las más grandes ni siquiera pagan sus impuestos en Balears y los pondrán repercutir, pero a los pequeños y medianos empresarios nos obligarán a cerrar». En este sentido tildó de «barbaridad» esta medida y señaló que, en determinadas épocas del año, este impuesto puede suponer «el 50% del precio del alquiler del coche», lo que definió como «una auténtica brutalidad».
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