El portavoz del Govern, Rafael Bosch, ha cerrado su última rueda de prensa del año expresando la confianza del gabinete en que la economía balear empezará a «remontar» la crisis en 2013 tras «un año de cuadrar las cuentas» que ha definido como «difícil y complicado».
Bosch ha bromeado sobre la superstición en torno al número 13 y ha deseado que el 2013 «marque un punto de inflexión» de «principios del 2014».
Respecto al año en curso, ha subrayado que «la principal misión que tenía» su Govern, igual que todos los del entorno, era «equilibrar las cuentas» y acabar «con la inercia de cuadrar presupuestos a base de endeudamiento».
«Se han hecho ajustes muy importantes que han creado en distintos sectores protestas», aunque parte de la sociedad ha «aceptado que no queda más remedio para asegurar la viabilidad del sistema».
Por ello, además de recortes impopulares, el Govern ha tenido que «articular nuevos impuestos para llegar a cuadrar las cuentas», una medida ineludible contraria a los principios de los miembros del gabinete, ha resaltado.