La exgerente del Consorcio para el Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) Antonia Ordinas y su esposa, Isabel Rosselló, ya han devuelto 600.000 euros para compensar los fondos públicos expoliados al organismo público en el periodo 2003-2007.
Rosselló ha declarado hoy en el juicio del caso Scala que además de haber entregado el dinero enterrado en su jardín y el que obtuvieron por la venta de esa misma casa, ambas están dispuestas a aportar más fondos para asumir la responsabilidad económica derivada de los delitos de los que se beneficiaron.
La acusada, cuya condición de cantante lírica inspiró a los investigadores que bautizaron el caso con el nombre del más célebre teatro de la ópera de Italia, ha reconocido los hechos de los que se le acusa en la sexta jornada de la vista oral que se celebra en la Audiencia de Palma.
Rosselló ha dado por supuesto que todas las personas del entorno de Ordinas conocían la relación sentimental que ambas tenían cuando fue contratada por el CDEIB para que cantara en diferentes actos promocionales, un vínculo que ha definido como «una amistad muy profunda».
Después han declarado dos proveedores del consorcio que han admitido que pagaron comisiones de entre el 10 y el 40 % a cambio de la concesión de contratos, sobornos que entregaron en metálico a Ordinas.