La anunciada remodelación del Ejecutivo que preparaba José Ramón Bauzá se concretó ayer con la salida de medio Govern, Josep Ignasi Aguiló, Rafael Bosch y Simó Gornés, la creación de dos nuevas conselleries y la consagración de Antoni Gómez como mano derecha de Bauzá, con su nombramiento como vicepresident del Govern. Gómez asume la Vicepresidència por su «lealtad absoluta, fidelidad máxima y compromiso al cien por cien», según Bauzá.
El departamento económico se divide en dos Conselleries. Joaquín García, que hasta ahora era director de la Oficina de Control Presupuestario, será conseller d'Economia i Competitivitat y el ibicenco José Vicente María, hasta ahora director general del Tresor, será el titular de la Conselleria d'Hisenda i Pressuposts.
La caída de Bosch
Rafael Bosch, muy cuestionado por algunos sectores de la línea dura del PP, sale de la Conselleria d'Educació y su cargo pasa a ocuparlo Joana Maria Camps, una completa desconocida en el ámbito de la educación. El tercer conseller que se cae del Govern es el menorquín Simó Gornés, que será sustituido por su segunda en la Conselleria, Núria Riera, que hasta ahora era la responsable de la Direcció General de la Funció Pública.
Los cambios se completan con la creación de una nueva Conselleria, la de Família i Serveis Socials, que se desgaja de Salut y que estará dirigida por Sandra Fernández, actual concejala de Serveis Socials de Palma y una declarada mujer de José María Rodríguez, que de esta forma gana aún más peso político en el PP. A los nuevos consellers les pidió que sean personas «comprometidas que no tomen decisiones cortoplacistas».
Impuestos
José Ramón Bauzá justificó todos estos cambios en la necesidad de dar un nuevo impulso al Govern en esta segunda mitad de la legislatura, tras una primera etapa centrada en los recortes como consecuencia de la herencia recibida.
Agradeció la labor de los salientes y dijo que eran las mejores personas para el momento inicial de la legislatura y dijo que los nuevos consellers son las mejores personas para este nuevo momento.
Al menos en el caso de Aguiló, los nuevos impuestos han tenido mucho que ver en su caída hasta el punto de que el president del Govern anunció que se reunirá con los nuevos responsables del área económica del Govern para analizar si se mantienen o se modifican. Aseguró que los impuestos no se han paralizado, pero insistió en que con el cambio se busca abrir nuevas vías de diálogo para analizar posibles modificaciones. De hecho, es la primera vez que el Govern deja en el aire la aprobación de los impuestos.
Cambios
«Si el proyecto es mejorable, se mejorará», afirmó Bauzá, lo que abre la posibilidad tanto a que se modifique el proyecto como a que quede definitivamente paralizado.
De hecho, la flexibilización del objetivo de déficit otorga al Govern 150 millones de euros adicionales, que es más de lo que se prevé recaudar con los nuevos impuestos. Bauzá insistió en que Balears pedirá poder ampliar el déficit y añadió que la propuesta del Govern es que se apruebe el déficit asimétrico para que Balears logre más del 1,5.