Es la comidilla en el Consolat desde que su nombramiento salió publicado en el BOIB el pasado sábado: José Ramón Bauzá prescinde de Elvira Bonnail como secretaria, con la que trabajaba desde comienzos de legislatura, y ha nombrado a Verónica Hernández para sustituirla. Hernández es periodista, sabe inglés y alemán, y ha hecho prácticas en varios medios, entre ellos la cadena Cope. «Me gustaría especializarme en política», aseguraba en una entrevista que le hizo entonces nuestro compañero Julián Aguirre.
Pero el runrún de los enmoquetados salones del Consolat —también podríamos calificarlos de vetustos y hasta de ‘viejunos'—, no se debe a nada de lo que se ha contado hasta ahora, es decir, a su licenciatura o preparación como jefa de la Secretaría del president, sino a que, además de todo esto, Hernández ganó en 2009 el concurso de Miss Baleares. De hecho, ello justifica la impactante fotografía que ilustra esta página, insólita para una crónica política.
Es cierto lo que dicen: en ocasiones no es fácil ser guapa y esta crónica que recoge el ‘cotorreo' de los pasillos del Consolat es la demostración de que hay pasados y posados que pesan y lastran más allá de titulaciones futuras.
Sin embargo, no es el único ejemplo de cargos elegidos a dedo por el PP que antes habían ganado concursos de belleza.
Para que no digan que en el PP no hay paridad en los nombramientos, en la pasada legislatura, Rosa Estaràs contrató como asesor del Grup Parlamentari a Humberto Rivas. Era abogado, pero la comidilla de su nombramiento no fue su titulación, sino el hecho de que en 2000 se proclamó ganador del concurso de Míster Baleares. También fue ‘Chico Martini' en ese mismo año, para quien quiera más datos.
El brillo del nombramiento de Hernández ha eclipsado la salida de Bonnail, que hasta ahora estaba con Bauzá pese a que había sido secretaria de Álvaro Gijón y, por lo tanto, etiquetada de rodriguista. Para que digan que Rodríguez no tenía peso en este Govern de estetas.