El juez instructor del caso Nóos, José Castro, ha requerido a la defensa de Diego Torres, exsocio del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, que de ahora en adelante se abstenga de presentar cualquier documento o correo electrónico que implique «una intromisión en la esfera de la intimidad ajena», extendiendo al resto de partes esta llamada de atención que ya efectuó la Agencia Provincial de Baleares.
Así lo ha dictaminado mediante un extenso auto, en el que el magistrado justifica su petición en «la aspiración de que en su actuación profesional se atengan a los postulados de la buena fe procesal».
A lo largo de la instrucción de esta causa, Torres ha ido aportando para su defensa numerosos emails con los que acreditar la participación de Urdangarin y su mujer en los hechos investigados, y atestiguar asimismo el conocimiento que de los mismos podía tener la Casa Real.
Una práctica que también ha adoptado recientemente la defensa de Mario Sorribas, presunto testaferro de Urdangarin, al entregar varios emails con los que demostrar que, por el contrario, que Torres era «quien manda y dispone» en el Instituto Nóos, recalcando por el contrario cómo, hasta el momento, no se han incorporado a las investigaciones correos «dirigidos por o al yerno del Rey de España donde dé instrucciones de mando».
En un escrito al que ha tenido acceso Europa Press, el abogado de Sorribas recriminaba el «intento de practicar la maniobra de la confusión» por parte de Torres o, «lo que se dice en catalán, 'embolicar la troca'», si bien subraya que «la mayoría decaen por sí solas por inverosímiles».
Asimismo, ironizaba en torno a la entrega de emails por parte del exsocio de Urdangarin «por capítulos», como si se tratara «de un serial que tiene a medio país enganchado, y quien dice país dice medio mundo», al incidir en que «el avatar judicial de este asunto se sigue con pasión en Hispanoamérica, con lo que puede afirmarse que está haciendo más por la unidad cultural de los hispanoparlantes que muchas de las iniciativas costosísimas del Instituto Cervantes».