El Consell de Formentera ha advertido hoy del grave impacto sobre el medio ambiente que puede suponer el proyecto de prospecciones petrolíferas entre el golfo de Valencia y el litoral oeste de las Pitiüses.
La consellera insular de Medio Ambiente de Formentera, Silvia Tur, ha informado hoy en rueda de prensa de la posición que mantiene la institución respecto al proyecto.
Todas las acciones contempladas pueden suponer a su juicio un grave impacto sobre las comunidades de fauna y flora marinas del litoral pitiuso, sobre todo porque la mayoría de ellas se encuentran dentro de los límites de zonas protegidas y son denominadas de interés prioritario, tanto por la directiva europea de hábitats como por la declaración de bienes naturales Patrimonio de la Humanidad.
Por todo ello, el Consell de Formentera propondrá consensuar el inicio de acciones legales para impedir la ejecución de las prospecciones petrolíferas.
Las actuaciones se harán de forma coordinada con el Consell Insular de Ibiza, con el que el de Formentera ha mantenido contactos.
Este proyecto, promovido por la empresa Capricorn Spain Limited, obtuvo una autorización del Consejo de Ministros en diciembre de 2010 para la investigación de la existencia de hidrocarburos en el golfo de Valencia, explica el Consell de Formentera.
El proyecto tiene dos fases y la primera consta de adquisición sísmica en un radio de 4.296 kilómetros cuadrados con el objetivo de obtener cartografía en tres dimensiones de la zona y conocer así la estructura geológica de los fondos marinos, llegando a profundidades de 7.000 metros bajo el nivel del mar.
La segunda consiste en la perforación en diferentes lugares con el fin de sondear la existencia de hidrocarburos.
El Consell señala que los equipos de adquisición sísmica pueden producir emisiones acústicas de hasta 265 decibelios y añade que según las consideraciones de carácter técnico podrían ocasionar un elevado impacto en las diferentes especies de mamíferos y aves que en este lugar tienen sus principales rutas migratorias, así como también a las praderas de posidonia oceánica.
Indica que las personas soportan emisiones acústicas de hasta 120 decibelios y en el caso de los cetáceos, a modo de ejemplo, pueden sufrir daños irreparables a partir de los 180.
Entre ellos, destaca el delfín mular, la tortuga boba (caretta caretta), diferentes grupos de cetáceos que se encuentran en el Mediterráneo, además de la endémica «pardela balear», coloquialmente conocida como fardela.
El Consell abunda en que para llevar a cabo las perforaciones se utilizan mezclas de lodos, minerales y productos químicos que son vertidos directamente a la zona objeto de estudio, generando la diseminación por el efecto de las corrientes marinas, impacto que puede resultar muy grave para las especies que transitan y se alimentan en estos lugares.
«Visto que parte de las actuaciones tienen previsto su inicio en el presente año y dado el riesgo real que comportarán sobre los ecosistemas marítimos mediterráneos, así como sobre la industria turística de la isla y de las Pitiusas en general», el Consell de Formentera manifiesta el rechazo a este proyecto y su intención de emprender acciones legales para impedir la ejecución de las prospecciones.