Cáritas de Eivissa detecta un empeoramiento de la situación de las familias este año debido a la crisis económica. En la memoria de 2012 de Cáritas, presentada ayer, recoge que de las más de 1.500 personas necesitadas, casi la mitad acudían por primera vez y se sigue la tendencia de un aumento del número de españoles en relación con los extranjeros. En 2011 se atendieron a 1.100 personas.
El coordinador de Cáritas, Hernán Elordi, incidió en el perfil de las personas que se acercan, por primera vez, a la entidad: «Cáritas es la última puerta que se golpea, debajo de nosotros no hay nada. Primero van a los recursos sociales municipales, a la familia, a los amigos y cuando no se encuentra respuesta se va a Cáritas y eso lo hemos constatado con mucho dolor. Hay gente que se siente avergonzada por venir. Es gente que ha llevado una vida normalizada, con toda la familia antes con trabajo y ahora se encuentran con un paro prolongado».