El Ayuntamiento de Sant Josep inspeccionó ayer el antiguo complejo Toromar, propiedad del grupo Pachá, a raíz de la denuncia del Grup d'Estudis de la Naturalessa (GEN-GOB) que advierte de que se están efectuando obras ilegales en esta estructura, ubicada en una zona altamente protegida como es el Parque Natural de ses Salines.
Sant Josep informó que ayer, una vez tuvo conocimiento de la denuncia de los ecologistas, el celador municipal «visitó el lugar y está realizando el pertinente informe». «El Ayuntamiento no ha concedido ninguna licencia de obras a Toromar, por lo que si se confirma que se está trabajando en la zona se emitirá la correspondiente orden de paralización», añadió el Consistorio.
La asociación ecologista presentó la denuncia ante Sant Josep, el Consell d'Eivissa y la Conselleria de Medi Ambient, y en la misma destacó que «de forma periódica se detectan intentos de llevar a cabo obras ilegales, alguna de cuales ya han sido objeto de demolición en el pasado». «El GEN ha podido constatar que se ha procedido a la adecuación de un espacio como aparcamiento, en la parte de atrás del complejo, y a la colocación de iluminación en la fachada exterior, aparte de detectar movimientos que indican que se está procediendo a la realización de obras no autorizadas en el interior del recinto», afirmaron los ecologistas en un escrito remitido a los medios de comunicación, en el que destacaron que «la presunción de que las obras no están autorizadas se debe a que son incompatibles con la figura de protección del lugar y por lo tanto son legalmente inviables».