El departamento insular de Patrimoni ordenó ayer la paralización de las obras que el Obispado de Eivissa y Formentera estaba realizando sin licencia en el techo de la casa parroquial de Sant Joan. La reforma consiste en la construcción de una estructura de hormigón destinada a cubrir la salida de una escalera que conduce al tejado, y ha modificado la altura de este edificio protegido con la figura de Bien de Interés Cultural (BIC), en una zona declarada conjunto histórico, como es el pueblo de Sant Joan.
El alcalde Antoni Marí Marí Carraca, que al ser preguntado a principios de semana por este periódico alegaba desconocer lo que ocurría, ayer informó de que tanto el Obispado como el párroco de Sant Joan «han reconocido que posiblemente se extralimitaron de lo que tenían autorizado». Esto ocurre porque el Consistorio había concedido una licencia de obra menor para cambiar tejas y sanear muros exteriores, pero la Diócesis terminó modificando la altura del bien.
Legalización y multa
«Al parecer cuando ejecutaron obras que en principio estaban autorizadas, se encontraron con una escalera que estaba tapada con unas tejas, y han aprovechado para hacer una salida arriba. Pero no hay ningún problema, la Diócesis tiene arquitectos y se van a poner manos a la obra regularizar lo que han hecho. Por tanto, visto esto voy a abrir un compás de espera, sin dejarlo pero tampoco sin precipitar la situación, para ver si esto es regularizable, previo informe del departamento de Patrimoni del Consell», añadió el alcalde.
Carraca
reconoció que nadie del Consistorio, ni él mismo, han hecho una inspección de la obra, aunque sí afirmó haber sido invitado por la Iglesia. «No soy inspector de obras y no he subido a verlo, pero tampoco tengo por qué poner en duda lo que me dicen», destacó. Aún así, señaló que se podría imponer una multa porque «cuando hablamos de legalización siempre hablamos de sanción».
Por su parte, el Consell afirmó que si se comprueba que la Iglesia se ha excedido «se actuará de acuerdo a Ley de Patrimonio».