El diputado de PSOE-Pacte Joan Boned criticó ayer que la ley del suelo aprobada por el Govern balear el viernes y que ahora iniciará su trámite parlamentario tiene «muchas carencias y defectos» y deja fuera una parte muy importante, que es el suelo rústico.
Sin embargo, según recordó, sí que incluye la legalización de viviendas en suelo rústico cuya infracción ya ha prescrito (podría haber unas mil en Eivissa), algo que calificó de «curioso» ya que no se aborda nada más en este tipo de terrenos. «Es una ley que servirá para todo lo que sirven las leyes de territorio del PP, que es para desproteger, legalizar lo ilegal y cambiar la tendencia de protección que habían impulsado los gobiernos progresistas», explicó Boned, que cree que estas construcciones, que se podrán legalizar pagando entre el 15 y el 25% del coste de la ejecución material, se regularizan con unas condiciones que «no son las correctas».
Según el diputado progresista, estas aportaciones son «ínfimas» al lado de lo que por ejemplo establece la ley de disciplina urbanística en cuanto a sanciones por obras irregulares. «Podríamos entrar a discutir si se tienen que legalizar algunos elementos, pero la manera en que se hace no es la correcta», añadió Boned, que cree que se «beneficia al infractor». «Llama la atención que se quiera regular el suelo rústico a favor de los que se han saltado la normativa», remarcó el socialista.