Prohibir la actividad de los party boats hasta que se consiga una regulación «restrictiva» de la misma. Ésta es la petición que el Ayuntamiento de Eivissa trasladará al Govern y que ayer fue aprobada por unanimidad entre todos los grupos políticos, a raíz de una moción de ExC.
«Estas discotecas flotantes funcionan con total impunidad, hacen una actividad que es muy peligrosa, provocan molestias y dan una imagen muy degradante para nuestro turismo», argumentó el concejal de ExC, Vicent Ferrer, que insistió en que su petición está enfocada a que se prohíba la actividad y no a que se regule porque «es imposible». «En estas embarcaciones salen unas 170 personas, en un estado bastante deteriorado, producto del alcohol y otras sustancias, y crean un peligro clarísimo para sus vidas», destacó el edil.
En un principio, los grupos de PSOE-Pacte y Epic se mostraron más partidarios de la regulación «restrictiva» que de la prohibición, e incluso el concejal de Turismo, Rai Prats, aseguró que tiene el compromiso de la Direcció de Ports y Aeroports del Govern de que la actividad estará «totalmente regulada de cara al año que viene».