Los inspectores educativos de Balears tienen nuevo jefe, que será el encargado de vigilar que los centros escolares cumplan con la aplicación del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL). La Conselleria d'Educació hizo ayer oficial el nombramiento de Francisco García Moles, después de que Antonio González presentase su dimisión la semana pasada, la cual no fue aceptada en el mismo momento.
El tres de octubre González registró un escrito de renuncia, aunque ese mismo día el secretario autonómico de Educació, Guillem Estarellas, negó haber hablado con González de su dimisión. «Continua en su puesto de trabajo», manifestó a los medios de comunicación. Ayer, la Conselleria indicó que aceptaba su renuncia, que se debía a «motivos personales».
Discrepancias
El ya exjefe de Inspección Educativa aseguró ayer que presentó su renuncia por «discrepancias» con los dirigentes de la Conselleria. Sin embargo, no detalló los motivos de la divergencia, que se remontan a antes de que estallara el conflicto por el TIL. Señaló que ya existían diferencias con los dirigentes de la Conselleria «sobre la función propia de la inspección y la manera de enfocar algunas cuestiones».
González desvinculó su decisión de las ya famosas listas de alumnos. Su dimisión se atribuyó a la supuesta orden de elaborar listas de los alumnos que asistían a clase y los que no durante la huelga de docentes. Una cuestión que el Govern negó y aseguró que los inspectores deben velar para que se cumpla el ordenamiento jurídico, que pasa por que «el tutor de la clase compruebe si los escolares acuden o no a las aulas».
Una de las funciones de los inspectores para este curso será controlar el cumplimiento del TIL, al tratarse de un decreto ley aprobado por el Govern y en vigor. Precisamente, Guillem Estarellas mantuvo ayer una reunión con el equipo de inspectores para tratar esta cuestión. Según pudo saber este periódico, el secretario autonómico informó a los trece inspectores actualmente en activo -de una plantilla de 29- del cambio de jefe al tiempo que les transmitió que deben velar para que los centros cumplan la normativa. Estarellas confía en que los inspectores sean rigurosos con la aplicación del TIL. El president Bauzá ya advirtió desde Bruselas que se sancionarían los empleados que no lo aplicasen.