«La gente joven que viene a Eivissa quiere ir de fiesta, beber, conocer gente, ir a una boat party, ir a discotecas y vivir momentos y experiencias que durarán toda la vida», con esta frase comienza un manual que enseña tácticas a los vendedores que rastrean las playas ibicencas para vender las famosas fiestas en los barcos. Estos consejos, que se reparten a los numerosos trabajadores británicos que vienen a Eivissa cada temporada, tienen como finalidad encasquetar al turista el mayor número de packs posible: una boat party y numerosas fiestas con barra libre seguidas de traslado a una discoteca. Un negocio con pingües beneficios movido por británicos. En el manual se promete a los trabajadores que ganarán un «montón de dinero» si siguen las tácticas de venta y recomiendan «trabajar duro» y «hablar con todo el mundo en la playa» para conseguirlo.
Lo primero que deben hacer los comerciales es acercarse a las personas que van a ser ‘víctimas'. El manual recomienda hablar a todo el grupo y asegurarse primero de cuáles son los objetivos de la estancia (hasta cuándo están en Eivissa, si están aquí para ir de fiesta, etc.). Después hay que preguntarles de dónde son e intentar familiarizarse. Se pone un ejemplo: «Ah, veo que estás leyendo ‘50 sombras de Grey', yo justo lo acabé, ¿te está gustando?». O bien: «¿Es esta tu primera vez en Eivissa? Yo nunca olvidaré mi primera vez aquí...». También se recomienda a los vendedores explicar «alguna aventura divertida de la fiesta de anoche». Acto seguido se aconseja pasar al ataque y presentar el producto.