El arquitecto que realizó las obras de reforma del palacete de los duques de Palma en Barcelona, Marc Viader, confirmó que Iñaki Urdangarin le pidió que una parte de esos trabajos los facturase a la mercantil Aizoon, de la que es copropietario junto a su esposa, la infanta Cristina.
Según revela un informe elaborado por el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional, que el juez trasladó ayer a las partes personadas, Viader admitió en su declaración como testigo que cobró 20.000 euros por la rehabilitación, reforma y ampliación del chalet de los duques de Palma.
Los investigadores sospechan desde hace meses que Urdangarin y la Infanta canalizaron a través de Aizoon el dinero público proveniente del Instituto Nóos.
El informe de la policía revela todos los gastos facturados por los Duques a Aizoon, tanto en el pago de las facturas por la reforma de su mansión, como los realizados a través de las tarjetas Visa empleadas por la pareja. Una de las facturas, emitidida por Pasi Disseny SL y por un importe de 39.567 euros, llama la atención de los agentes ya que el mobiliario adquirido, teóricamente por Aizoon, fue destinado al palacete.
El informe detalla cientos de gastos realizados por Urdangarin y la Infanta, varios de ellos en Mallorca. Los nuevos datos que la Agencia Tributaria está aportando al sumario del ‘caso Nóos' sobre los posibles indicios de que la infanta Cristina pudo cometer los delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública ya preocupan a sus representantes legales. El letrado Jesús María Silva, del despacho de Miquel Roca, afirmó ayer en Barcelona que la imputación de la hija del Rey es «una posibilidad» dentro de la normalidad del proceso judicial, dado que la Audiencia de Palma ordenó que se investigara un presunto delito contra la Hacienda Pública.
«Bueno, en tanto en cuanto la Audiencia Provincial indicó que se la siguiera investigando, pues es una posibilidad», respondió Silva, abogado de la infanta junto al letrado Miquel Roca, en declaraciones a los periodistas.
La Monarquia pierde credibilidad y afecto, si las leyes solo se aplican a sus súbditos.