El Servicio de Salud de Balears (Ib-Salut) ha sido condenado a indemnizar con 80.000 euros por daños morales al padre de un niño que nació con una cardiopatía cardiaca severa y otras dolencias que no fueron detectadas en las ecografías que se practicaron a la madre por «mala praxis médica».
La sentencia, dictada por un juzgado contencioso administrativo de Palma y hecha pública ayer por la asociación El Defensor del Paciente, entidad a la que acudió el padre y que ha tramitado el proceso, se refiere a un caso ocurrido en Eivissa en el que el director general del Ib-Salut resolvió en 2011 que los padres del niño no tenían derecho a la indemnización de 350.000 euros que reclamaban porque las patologías del pequeño podían no verse en las ecografías.
El padre del menor, que nació en marzo de 2008 en Can Misses, recurrió entonces a la justicia a través de El Defensor del Paciente, por entender que las doctoras que hicieron las ecografías a su pareja en la semanas 11, 12, 20 y 32 de gestación actuaron de forma negligente y les privaron de la posibilidad de plantearse una interrupción voluntaria del embarazo.