Las Pitiüses celebran hoy el día de Tots Sants (o Todos los Santos), una jornada en la que más que nunca hay que recordar a los seres queridos difuntos.
Las floristerías han experimentado en estos últimos días más actividad de lo habitual e incluso muchas de ellas abren hoy hasta mediodía para que nadie se quede sin un obsequio floral que llevar a los cementerios. La flor más buscada es el crisantemo en todas sus variantes «la flor por excelencia para hoy», señala Francisco Urbano, presidente de la Asociación de Floristerías de Pimeef y propietario de Eiviplant, quien afirma que, a pesar de la crisis, la tradición de visitar a los difuntos con flores el 1 de noviembre se mantiene. Eso sí, entre las personas «de 40 o más años». «Es una tradición más de persona mayor; la juventud creo que no la mantiene tanto, aunque siempre hay excepciones. Creo que posiblemente se perderá en el tiempo. Además hay que sumar la presencia de los crematorios. La crisis no se nota tanto para este día porque no es un gran gasto y los ramos para los nichos, que son los que más se venden, no son un gran gasto», apunta Urbano, quien afirma que «siempre hay alguien que regatea, pero eso ocurre casi todos los días».
A la venta de crisantemos se suman las rosas y los claveles, según explica Marc de la floristería Pètals: «Lo que más vendemos son rosas y claveles en blanco, rojo y rosa. La gente es muy clásica y le gusta mantener las tradiciones. Se venden mucho los ramos para nichos», explica este propietario quien asegura que con la crisis, el tamaño de los ramos sí que se reduce «un poco». Marc se muestra muy crítico con la venta de flores en supermercados y establecimientos de alimentación: «Es culpa del Estado; las flores tienen abono y se mezclan con la alimentación y para mí esto es muy malo». Sobre esto, el presidente de la patronal de floristeros de Pimeef explica que la «venta de flores ha existido siempre en supermercados», pero en los últimos años «venden más y durante más veces al año. Por ejemplo, pasa lo mismos con la flor de Pascua de Navidad. Esto nos afecta, pero nos afecta más la venta ambulante».