Miquel Ramis, propietario del hotel Valparaíso, declaró que se sintió «comprometido, pero no presionado» para contratar a Maite Areal, esposa de Jaume Matas, como relaciones públicas del establecimiento.
«Cuando un amigo me pide algo y está en mi mano, intento satisfacerlo. Coincidí con Jaume en un acto público y allí me pidió que contratara a su mujer. Lo hice y ella trabajó para nosotros durante un año», explicó. El hotelero también recordó la gran amistad que le unía con Matas, «antes de que fuese presidente», y recalcó que «nunca» le había pedido un trato de su favor para su empresa, «porque no lo necesito», dijo.
Si el hotelero no ha recibido nunca un trato de favor y se puede demostrar, qué puñetas nos interesa si le pidió trabajo para su mujer o su tía, hay que centrarse en la corrupción no en estas chorradas.