El dueño de un despacho de asesoría laboral que contrató a Maite Areal, esposa del expresidente autonómico Jaume Matas, ha declarado hoy que le dio empleo porque «sabía que era la mujer del presidente del Govern y la mujer de un exministro», algo que podía ayudar a captar clientes y mejorar su negocio.
Miquel Martorell ha prestado testimonio en la segunda jornada del juicio contra Matas por cohecho, por la contratación de su mujer en 2007 un hotel de Palma como relaciones públicas, que la Fiscalía Anticorrupción considera que fue un regalo encubierto al expresidente.
El empresario es el propietario de un despacho en el que estuvo contratada Areal antes de ser empleada del hotel, y ha detallado que le dio el trabajo porque mantenían amistad desde hace 25 años, ella se lo pidió y se vio «en el compromiso», pero «fue un fracaso».
«Los empresarios buscamos resultados y sabía que era la mujer del presidente del Govern y la mujer de un exministro. Si ella no tenía relaciones, el que no las tiene soy yo que soy hijo de un conductor y un desgraciado que intenta levantar un despacho», ha declarado.
Ha detallado que no le preguntó por su formación y capacitación porque no le interesaba y le contrató «por amistad pura y dura» y porque le interesaba ampliar su cartera con grandes empresas. «Qué mejores relaciones puede tener que la mujer del presidente para captar clientes», ha afirmado.
Según el empresario, Areal le pidió el trabajo «porque quería estar ocupada, para tener algo que hacer», firmó el contrato sin leerlo y únicamente le rendía cuentas cuando ella quería porque «iba por libre, iba a su bola».
«El resultado fue cero pelotero, fue fatal, la despedí y punto pelota», ha declarado el empresario, que ha detallado que se le pagó un finiquito por cese voluntario.
Segunda sesión
La segunda sesión del juicio contra el expresidente del Govern Jaume Matas por presunto cohecho ha dado comienzo a las 9.50 horas, y entre los testigos previstos se encuentran también tres exconsellers del último mandato del exmandatario autonómico (2003-2007): la de Salud, Aina Castillo, el de Turismo, Joan Flaquer, y la de Presidencia y Deportes, Rosa Puig, así como el exdirector general de Deportes y campeón olímpico de vela José Luis 'Pepote' Ballester.
Sus comparecencias están previstas después de que en la primera sesión fuese interrogado el propio Matas, quien negó haber incurrido en un delito de cohecho cuando a finales de 2006 pidió al hotelero mallorquín Miquel Ramis que contratase a su mujer, presuntamente para encubrir el soborno de 42.111 euros que el empresario entregó a Matas. Según el expresidente, solicitó el trabajo «como haría cualquier padre de familia: ir a un amigo y pedirle trabajo».
En su declaración ante el tribunal del jurado encargado de juzgarle, Matas aseguró que tenía «una gran confianza» con el hotelero ya que «cada año celebrábamos matanzas juntos, mi mujer iba con él en barco y hemos pasado Nocheviejas juntos».
Declaraciones
Por su parte, su esposa, Maite Areal, quien fue interrogada como testigo, Maite Areal, manifestó que el trabajo de relaciones públicas por el que fue contratada en el hotel Valparaíso lo llevó a cabo, y de hecho dio a conocer el establecimiento al exportavoz del PP en el Congreso Eduardo Zaplana, así como a diferentes diputados y senadores.
Mientras tanto, el hotelero, Miquel Ramis, manifestó, en un tenso interrogatorio con el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que no sabe qué trabajo realizó Maite Areal ya que «le asigné un sueldo y un sitio y, a partir de ahí, con todos los trabajadores dejo que el día a día lo lleven los directores. No hago el seguimiento de los empleados uno a uno».
En su comparecencia como testigo, el también exalcalde del municipio mallorquín de Muro apuntó que únicamente veía a la esposa del expresidente «en actos o comidas» y que en éstos le contaba «con qué clientes había contactado». No obstante, al preguntarle el fiscal qué clientes eran, el hotelero se limitó a responder: «ah, no lo sé».
Se trata de unos hechos por los que la Fiscalía acusa a Matas de ser autor de un delito de cohecho tipificado en el artículo 426 del anterior Código Penal (cuando el soborno mediare a favor del reo por parte de su cónyuge u otra persona a la que se halle ligado de forma estable), por el que solicita para él una pena de 9.000 euros de multa así como el comiso de los 42.111 euros cobrados de forma supuestamente ilícita.