Ansiedad, nerviosismo, rabia e impotencia son algunos de los sentimientos que tienen los trabajadores de las instalaciones deportivas de Can Coix, que afrontaron ayer su primer día de huelga indefinida como modo de protesta para denunciar la situación que están viviendo desde hace cinco meses. Desde esa fecha, la concesionaria del servicio (Serprosport), que se encuentra en concurso de acreedores, les debe las nóminas. Es preciso recordar que las instalaciones estarán completamente cerradas mientras los empleados estén en huelga.
A mediodía de ayer, un total de 17 empleados acudieron a la concentración frente a las instalaciones deportivas, donde se reunieron con el secretario general de UGT en las Pitiüses, Diego Ruiz. «El administrador judicial no tiene ninguna razón ahora encima de la mesa para mantener la empresa», explicó Ruiz a los trabajadores, quien afirmó que el administrador judicial puede instar al Juzgado para que la empresa entre en liquidación y cierre.
De esta manera, el Ayuntamiento podría volver a contratar a los trabajadores de nuevo, sin asumir antigüedad ni deudas contraídas por la empresa. Cabe recordar que el Ayuntamiento inició el jueves los trámites para disolver el contrato con Serprosport. «El Ayuntamiento podría hacer una subrogación, pero de esta manera tendrían que asumir todo lo que conlleva el servicio, deudas incluidas. El Ayuntamiento lo que pretende es rescatar limpio el servicio y esto suopne liquidar la relación laboral de los empleados con la empresa», precisó Ruiz.
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